El cambio de ubicación de la Mostra Nàutica reduce la afluencia de público

En la anterior ubicación, la feria era visitada por mucho curioso que, paseando, se encontraba con el evento. En esta ocasión, serán pocos los que paseando se topen con un certamen ubicado en Dalt sa Quintana. Esto ha hecho, aseguran los expositores, que quienes visitan la Mostra sean personas que vienen expresamente a ello. De hecho, ayer un empresario cerró, al menos de palabra, una importante venta de una embarcación a una persona que se había desplazado expresamente a la feria para ello.

Mientras unos niños paseaban unos globos blancos de alguno de los expositores y otros comprobaban cómo es un barco por dentro, otro de los expositores aseguraba que "se trata de hacer ambiente, más que de vender. Queremos demostrar que el sector náutico existe, que estamos vivos". Admitía este empresario que el cambio de ubicación había restado visitas, "pero quizás si queremos gente interesada en el mundo náutico, esto vaya bien". Pero claro, él mismo se contestaba que "gente hace gente, y con más personas es más probable que alguien esté interesado".

Mientras la afluencia de público aumentaba por la tarde tras una mañana bastante floja, uno de los expositores reclamaba un cambio de concepción en la Mostra. El empresario, de Maó, planteaba la posibilidad de que el certamen no se celebre siempre en Ciutadella, sino que su sede se vaya alternando entre la ciudad de poniente y Maó.

De esta manera, asegura, no siempre serán las empresas de levante las que tengan que soportar elevados costes de transporte. Algo a lo que otro expositor, en este caso de Ciutadella, contestaba que se trata de dos puertos muy diferentes, con dos tipos de empresas dispares, y que esta propuesta debería estudiarse con detenimiento y reflexión.