Consell. El salón de plenos acogió una concurrida reunión, restringida a los vecinos, que se desarrolló en un clima distendido - Javier

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La lógica del mal menor se impuso en la reunión informativa celebrada ayer en la sede del Consell en Maó y Es Canutells contará con una rampa varadero en Es Macaret. Se impone así la solución técnica elegida por la Demarcación Territorial de Costas, gracias a la cual podrá abordarse con garantías el proyecto de reordenación de fondeos del núcleo costero mahonés y el de la recuperación de la playa, al haberse descartado definitivamente la opción de ejecutar allí esta infraestructura.

Así las cosas, tras una hora y media de reunión, restringida a la setentena de vecinos de Es Canutells que respondió a la convocatoria del Consell y del Ayuntamiento de Maó, los asistentes abandonaron el edificio de la Biosfera entre la satisfacción de disipar una incertidumbre y la resignación de quienes, con dudas, aceptaron que la rampa varadero de Es Macaret era la única opción posible, tras las explicaciones ofrecidas por el conseller de Ordenación del Territorio.

Joan Marqués se esforzó por transmitir a los presentes la importancia del proyecto en su conjunto y la oportunidad que suponía que Costas contase con los recursos técnicos y humanos necesarios para ejecutarlo en este momento. También aprovechó para advertirles que la consulta no sería vinculante, algo que sorprendió algunos de los vecinos, tal y como manifestaron a este periódico al término del encuentro.

Este carácter no vinculante -contrario a las manifestaciones de los representantes del Consell y de Costas en la reunión celebrada hace un par de semanas- no impidió que se dieran por buenos los aplausos con los que se cerró el encuentro, que supusieron una suerte de apoyo por "aplaudimiento", más expresivo que el asentimiento, a la rampa varadero.

Así las cosas, quedó patente la satisfacción del conseller Marqués; del alcalde de Maó, Vicenç Tur, también presente; del representante de Costas, Joan Mercadal Victory; y, del presidente de la asociación de vecinos, Lluís Massip. "Estamos contentos porque ha habido unanimidad, aunque con algún pequeño matiz y nos vamos contentos", apuntó el representante vecinal.

Y, ciertamente, fueron mayoría los que abandonaron la sede del Consell satisfechos, habida cuenta de los años que se venían reclamando las mejoras que Costas confía en tener listas a principios de junio, según estimó Mercadal, y el ingente trabajo que se había desplegado desde el colectivo vecinal y los futuros usuarios de amarres para agilizar la ejecución de estas mejoras. "Yo creo que las dudas partían un poco del desconocimiento del proyecto y que una vez entendido en su conjunto, han visto que la construcción de la rampa varadero era necesaria", explicaba uno de ellos.

Desencanto
Pero también hubo quienes salieron del salón de plenos de la mano del conformismo -"què li hem de fer?", "se iba a hacer de igual manera" eran las consignas que repetían los resignados- y quienes -los menos- no ocultaban su desencanto por el resultado de la consulta, que, a su juicio, acabó por no serlo. "Nos dijeron que podríamos opinar y que nuestra opinión contaría, pero parecía que la decisión estaba tomada de antemano", comentaba un vecino.

Dos de los desencantados mostraban su extrañeza porque el proyecto no había sido objeto de exposición pública, limitándose su explicación a la celebración de diferentes reuniones. "Que yo sepa, no se ha podido consultar el expediente ni presentar las alegaciones, algo que yo creía que había que hacer en este tipo de actuaciones que afectan a zonas públicas", argumentaba uno de ellos.

Otro añadía que esto impedía saber exactamente los motivos por los que habían sido descartadas dos de las opciones que se barajaron inicialmente. "Desconocemos las propuestas con detalle y no hemos podido examinar los informes correspondientes. Nos dicen que las soluciones no son técnicamente posibles, pero, hoy por hoy, se puede hacer casi todo y yo creo que es más una cuestión económica", sostenía.

Finalmente, entre los desencantados había quien cuestionaba como se había desarrollado la consulta. "De repente, nos han dejado claro que sólo había una opción y sin casi darnos tiempo a asimilarlo nos han preguntado quién estaba en contra. Nadie de los que lo estábamos hemos reaccionado y con los aplausos ha acabado todo", explicaba una vecina. "Ha sido una pantomima", apostilló otro.