A día de hoy, en España solamente seis faros combinan su uso de vigía de los barcos con el de restaurante. Es una posibilidad abierta ya desde 2003, pero que en breve será aún mucho más accesible si prospera la reforma que tiene en mente el Gobierno central y que pretende flexibilizar la presencia de usos recreativos en los faros. En este sentido, el de Artrutx, en Ciutadella, será el séptimo restaurante albergado en un faro en todo España.
Los trabajos para abrir las puertas de este restaurante discurren, ahora que el tiempo lo permite, a buen ritmo. De esta manera, los promotores de la iniciativa esperan tenerlo todo a punto incluso a finales de mayo. Entonces, el edificio portuario permitirá albergar 66 comensales en su interior, así como casi otro centenar en sus terrazas. Será el final de una tramitación que, según cuentan los promotores, ha sido muy larga. Quizás con la reforma que prepara ahora el Gobierno central la cosa hubiera sido más ágil.
Desde Autoridad Portuaria de Balears observan la propuesta de reforma con cautela. Se abstienen de cualquier valoración sobre la misma hasta conocerla en su detalle. De momento, la prensa nacional ha asegurado que con la actual propuesta los faros no solamente podrían convertirse en restaurantes, sino también en hoteles, albergues o cualquier otro uso que no entorpeciera la función natural del faro. En este sentido, desde Autoridad Portuaria explican que hasta ahora, cuando llegaba una solicitud, fuera pública o privada, para ampliar los usos de un faro, se estudiaba con detalle para intentar encajarlo en las peculiaridades de cada una de las instalaciones.
A día de hoy, dos faros de Menorca acogen usos diferentes a los de guía de la navegación. Por un lado, el de Cavalleria es utilizado por el Ayuntamiento de Es Mercadal como centro de interpretación y ecomuseo. El segundo será el de Artrutx. Es decir, uno de iniciativa pública y otra privada.
MANTENIMIENTO
La iniciativa del Gobierno central pretende agilizar la diversificación de usos de los faros, con la finalidad de evitar su degradación. Por un lado, se asegura así el mantenimiento de una parte de los edificios por parte de los concesionarios de los diversos usos.
Por otra parte, mediante el ingreso de las concesiones, los entes competentes (en Balears Autoridad Portuaria) obtendrán más recursos económicos. Unas cantidades que, explican desde el ente portuario, no tienen ninguna finalidad recaudatoria, sino simplemente ayudar a sufragar los elevados costes de mantenimiento de estas infraestructuras. En este sentido, el ente balear recuerda que el pasado año se acometió el pintado y reforma de una gran cantidad de faros en el conjunto de Balears.
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