"Que esta fiesta envuelva vuestra vida de sentido pleno. Que os llene de alegría y de esperanza. Que participéis con autenticidad y coherencia personal. Que vuestras cofradías y hermandades sean espacios de educación en la fe y apoyo comunitario durante todo el año. Que esta fiesta, que es un regalo de Dios para todos, sea celebrada con muchísima solemnidad en vuestra población. Que atraigáis a muchos a vivirla del mismo modo".
Con este deseo finalizó monseñor Giménez el pregón de la Semana Santa mahonesa celebrado anoche en la iglesia de La Concepción y que congregó a un buen número de fieles, entre ellos, miembros de las juntas directivas de las cofradías mahonesas. Su Coordinadora organizaba el acto que fue aprovechado por su presidente, Fernando Villalonga, para exhortar a los fieles a "vivir con orgullo y honor la fe que llevamos" antes de presentar al pregonero y cederle la palabra.
El obispo Salvador Giménez comenzó su intervención refiriéndose al "vuelco en su vida cotidiana" que para Maó supone la celebración de los días santos, una "celebración festiva y singular que lo envuelve todo y nos recuerda el suceso más significativo de nuestra historia, la de la salvación que vive el pueblo cristiano (...) La historia más bella jamás contada. Vista con fe y hecha cultura".
Monseñor Giménez se sirvió del significado de la palabra pregón para anticipar un discurso de "palabras llenas de sentido, sinceras, auténticas", en el que reivindicó la figura de Jesús y el núcleo esencial de su predicación. "El Reino de Dios es la vida en plenitud, y lo es precisamente porque no se trata de una felicidad privada, una alegría individual, sino el mundo en su forma más justa, la unidad de Dios y el mundo", afirmó parafraseando a Benedicto XVI.
El prelado menorquín recordó cómo esta unidad se había plasmado en el signo de la cruz y cómo en su nombre se habían evangelizado pueblos y continentes, extendiéndose el mensaje de Jesús por el mundo entero, atrayendo a personas de diversa procedencia, de distintas épocas, animando a muchos a entregarse a distintos servicios, "porque la aceptación de la cruz de Cristo es la aceptación de las cruces de los hermanos", haciendo suyo un "inmenso legado de amor y de compromiso para todos".
En este contexto, el obispo Salvador aseveró que en Maó, como en tantos otros lugares, "la celebración de la Semana Santa, con sus ritos y procesiones, con sus silencios y aclamaciones... es un perfecto acto de fe (...) también una manifestación cultural que hunde sus raíces en el corazón de todos los habitantes" y animó a participar en la festividad. "Es tan importante (....) que no haréis otra cosa mejor que participar en lo que representáis", sostuvo en alusión clara a las cofradías.
Tras sus palabras, la Coral Mixta del Centre Cultural d'Alaior, dirigida por Luba Kletsova y acompañada al piano por Orest Lemekh, ofreció un concierto en el que, tras el "Nada te turbe", se combinaron fragmentos de misas, canciones a la Virgen y composiciones de Pascua.
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