"Las mujeres saharauis tienen la cabeza tapada pero no el cerebro tapado". Con esta expresiva frase ha reivindicado Mahfuda Mohamed Rahal el papel de la mujer de la República Árabe Saharaui Democrática, donde la puesta en marcha de escuelas en los campos de refugiados ha permitido avanzar en el acceso a la educación básica para la población saharaui y, especialmente, para las mujeres, cuya situación "está mejorando", a juicio de la ministra de Asuntos Sociales y de la Mujer de la RASD.
En este sentido, Rahal explicó que desde la creación en 2002 de la primera escuela, en el campamento de Dajla, las saharauis no se ven obligadas a salir a otros países para estudiar y que tienen la posibilidad de adquirir nociones básicas en diferentes talleres como los de costura, informática o cocina, posibilitándoles recientemente la obtención de microcréditos que les permitan, gracias a su formación, poner en marcha actividades económicas para ser autosuficientes.
"No vamos a estar esperando de brazos cruzados hasta que se resuelva el conflicto con Marruecos, la espera ha de ser una lucha contra la ignorancia y la exclusión laboral de la mujer", explicó Rahal, para quien la reivindicación del pueblo saharaui no se refiere "sólo a kilómetros cuadrados sino también a nuestra cultura, nuestros valores y una forma de ser diferente a la de Marruecos o Mauritania".
La referencia a los valores la realiza Rahal al ser preguntada sobre la lacra de la violencia doméstica, uno de los argumentos reivindicativos en nuestro país en el marco del Día de la Mujer Trabajadora. "En el Sáhara casi no tenenos esta violencia porque en la cultura saharaui está muy mal vista, si alguien pega a una mujer pierde su crédito social porque la mujer es considerada una "santa" en su familia. En cambio, en Marruecos hay una violencia doméstica extrema", explicó la ministra.
Rahal realizaba estas manifestaciones en la sede de Comisiones Obreras ayer por la mañana. La organización sindical había invitado a la dirigente saharaui para que participara en una conferencia- coloquio con motivo de la conmemoración del 8 de marzo que se celebró por la tarde en el salón de actos de la sede del Consell.
Ante los medios, la ministra de la RASD aseguró que pese a empezar de cero y vivir en una jaima se procuraba "guardar una vida cotidiana y estable en espera de la solución pacífica de la cosa". Precisamente, la solución del conflicto que enfrenta a su pueblo con Marruecos es el motor de Rahal. "Esa esperanza es la ilusión de mi vida, nunca la pierdo", confiesa sonriente.
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