Esta semana han comenzado las obras de sustitución y consolidación del pavimento de la nave central y las capillas de la iglesia de Santa Maria, de Maó. Este proyecto, que tiene un presupuesto de 285.000 euros, cuenta con una subvención del Govern balear que alcanza el 70 por ciento del coste total. Por otra parte, la ejecución de las obras no afectará a la celebración de los diferentes actos religiosos, según ha señalado el rector de la parroquia Josep Manguán.
La empresa Construcciones Loga es la encargada de ejecutar el proyecto de renovación del pavimento de la nave central y capillas de la iglesia de Santa Maria, que incide en una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados. Estas obras no afectarán a la capilla del Santísimo, cuyo pavimento ya ha sido remodelado, el presbiterio, el coro, la sacristía ni los espacios auxiliares.
El proyecto cuenta con la financiación de una línea de ayudas del Govern balear para entidades sin ánimo de lucro y edificios singulares que prestan un servicio a la comunidad, con preferencia para aquellos que están calificados como Bien de Interés Cultural (BIC).
Deficiente estado
El rector Josep Manguán ha justificado la realización de las obras por el deficiente estado del pavimento, después de que el firme sobre el que se sustenta el embaldosado haya cedido en determinados sectores del templo, con la aparición de desniveles de hasta 20 centímetros.
Un equipo de operarios de la empresa contratada ha realizado durante esta semana el levantamiento del embaldosado en el tramo más cercano a la puerta principal del templo.
Los trabajos incidirán en la consolidación del subsuelo y la posterior colocación de un nuevo pavimento. El plazo de ejecución de las obras finaliza el próximo mes de septiembre, siempre que no surjan imprevistos en el desarrollo de unas obras que se realizan sobre un terreno que fue rellenado con escombros y en el que a una cierta profundidad se encuentran tumbas.
Josep Manguán ha recordado que la iglesia de Santa Maria se levanta en una zona histórica de Maó, en el ámbito del antiguo castillo de la ciudad. La primera piedra del actual templo se colocó en 1748 y fue construido sobre una antigua iglesia del siglo XIV, que ya figura en el "Pariatge" ordenado por el rey Jaume II de Mallorca, mediante el cual se constituyeron siete parroquias después de la conquista de la Isla por el rey Alfonso III de Aragón. Se trataba de una iglesia de estilo gótico que fue posteriormente ampliada tras la compra de diversas casas situadas en la calle Alfons III.
Manguán ha señalado que, debido a la actuación en una zona histórica de la ciudad, la parroquia ha contratado a un arqueólogo para supervisar los trabajos que se ejecutan en el interior de la iglesia, en previsión de la aparición de restos arquitectónicos. Además de llevar a cabo los trabajos de planimetría de los sótanos de enterramiento, también está prevista alguna intervención arqueológica de forma puntual.
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