Operativos. Sal en las carreteras y la urea en las pistas del Aeropuerto impidieron la formación de las peligrosas placas de hielo

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"La respuesta ha sido rápida y buena. Las carreteras han funcionado razonablemente bien", aseveró ayer el conseller insular de Movilidad, Damià Borràs, después de hacer balance del operativo de emergencia dispuesto por el Consell con motivo de la nevada caída en la Isla durante la mañana y la noche del pasado jueves.

El conseller señaló que el único incidente destacable fue el provocado por un camión que patinó a causa del hielo en la carretera general a la altura de la cuesta des Desmunt en Ferreries, lo que provocó retenciones en esta vía de más de una hora desde las nueve de la noche.

"Ha sido una noche complicada", dijo. Al respecto, matizó que, a pesar de la intensa nevada, la carretera general sólo sufrió cortes parciales a la largo de la madrugada.

En cambio, sí permanecieron cerradas al tránsito hasta media mañana de ayer las carreteras que unen Es Mercadal con Es Migjorn hasta Son Trémol por la caída de un árbol y el riesgo de desprendimientos de ramas (IBANAT colaboró ayer en las tareas de desbroce); Es Migjorn con Ferreries y la carretera del Toro.

"Decidimos que los recursos de emergencia debían emplearse en trabajos más necesarios en la carretera general y se optó por cerrar las carreteras menos transitadas", justificó el conseller de Movilidad. Igualmente, informó de que el transporte escolar funcionó ayer con total normalidad, mientras que por "precaución" y de acuerdo con la empresa concesionaria, no circuló el primer autobús de línea regular que une Maó con Ciutadella, ni el autobús express.

El servicio se reanudó finalmente "con normalidad" a las 7.40 horas. El servicio de carreteras también colaboró con algunos ayuntamientos para limpiar de nieve vías secundarias como el Camí de Sant Patrici, en Ferreries.

Carencias

Borràs reconoció, no obstante, la falta de experiencia y las carencias de la Isla a la hora de afrontar una incidencia meteorológica de este tipo, especialmente la intensa nevada que cayó a primera hora de la noche y que, en esta ocasión, se logró superar con "el esfuerzo y sacrificio" de un equipo humano compuesto por medio centenar de personas que trabajó durante prácticamente 24 horas seguidas para garantizar la normalidad en la red viaria de la Isla.

"Con material y equipos específicos los resultados no habrían mejorado mucho, en todo caso hubiéramos empleado menos medios humanos", aseveró Borràs.

En concreto, según relató la directora insular de carreteras, Emma Navarro, el operativo movilizó 50 personas entre miembros de la brigada de carreteras del Consell, de la empresa concesionaria de la conservación de la red viaria insular, equipos de señalización, de vigilancia (informaban periódicamente del estado de la red), las brigadas de mantenimiento, Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional. También se movilizaron 20 máquinas entre motoniveladoras, excavadoras, tractores y camiones, muchas de ellas cedidas por las empresas de la construcción de la Isla y en total se arrojaron sobre la calzada 40 toneladas de sal, frente a las 12 que se vertieron durante la última gran nevada de 2005.

Preguntado sobre la posibilidad de que el Consell adquiera maquinaria específica para afrontar este tipo de incidencia con mayor efectividad, Borràs respondió que no está previsto ninguna compra al respecto.

"En Menorca no nieva con demasiada frecuencia y además de ser costoso económicamente cuando quisiéramos utilizar la maquinaria no serían útiles", apuntó. Sin embargo, el conseller anunció que la Administración insular trabajará para adaptar las máquinas del servicio de carreteras para lograr que sean más efectivas a la hora de retirar la nieve.

Así, en el caso de las retroexcavadoras se sustituirán las palas de dientes por otras más planas, semejantes a las quitanieves.

También se adaptarán las motoniveladoras y se adquirirá un remolque para verter de forma mecánica la sal sobre la calzada (ahora se hace de forma manual).

Asimismo, se mejorará la indumentaria del personal y se actuará sobre los sistemas de comunicación ya que al parecer ésta no funcionó de forma correcta en determinados momentos. "La experiencia nos ha demostrado que es mejorable para actuar de forma más coordinada", subrayó Damià Borràs.

Cancelación de dos vuelos con versiones contradictorias

La nevada y la reducida visibilidad en la noche del jueves también puso en marcha al atardecer de ese día el protocolo de seguridad del Aeropuerto de Menorca. Aunque el aeródromo permanece cerrado en horario nocturno, un retén de tres personas (un jefe de dotación y dos bomberos) vigilaron periódicamente durante toda la noche el nivel de coeficiente de rozamiento de la pista y esparcieron urea (un producto que sustituye a la sal) para evitar la formación de placas de hielo e impedir que la nieve cuajara en el eje de pista y la zona de seguridad. De hecho ayer no se produjo ninguna incidencia.

No obstante, a pesar de estos trabajos, Air Nostrum canceló el jueves por la noche dos vuelos; el que tenía que partir de Madrid con destino a Menorca poco antes de las diez y el Maó-Palma de las 21,40 horas. Fuentes de la compañía informaron que los vuelos se anularon por la nevada. "El Aeropuerto de Menorca no tiene máquinas para limpiar la pista y los aviones no pudieron entrar, por lo que hubo que cancelar los vuelos".

Este hecho fue negado ayer por el jefe de gabinete de dirección del Aeropuerto de Menorca, Abelardo Olives, quien aseveró que en esa misma franja horaria operaron con normalidad en el aeródromo menorquín las compañías Vueling y Air Europa. "El vuelo de Air Nostrum de Madrid se canceló en origen y si acumulan retrasos es problema suyo", señaló.