Feria. Junto a la gran variedad de aves exhibidas, los perros de la Unitat Canina Antiverí fueron los protagonistas de la jornada final de la muestra. La consellera de Agricultura, Tuni Allès, estuvo presente en la ceremonia de entrega de premios. - Miriam Traïd

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"Está siendo un buen año de perdiz; se ha criado muy bien", apunta el presidente de la Associació de Perdigoters de Menorca, Tòfol Gomila, quien sin embargo reconoce que la feria que se dedicada a dicha ave desde hace 23 años ha sido en esta edición "simplemente buena". El organizador apunta que la asistencia de público ha sido "un tanto menor" que en 2009, pero que sin embargo se ha mantenido el número de actividades.

La Feria de la Perdiz está cada vez más abierta al resto de animales de la naturaleza menorquina, con muestras de cetrería y una cada vez mayor presencia canina. De hecho, este año se ha realizado una demostración de la Unitat Canina Antiveri (UCA).

Se trata de un equipo de perros especialmente entrenado para detectar y erradicar el uso de venenos utilizados para eliminar depredadores, una práctica prohibida y que pagan otras especies como las aves rapaces.

La unidad, formada por cuatro perros de raza labrador, ha rastreado los cotos de caza menorquines durante la semana pasada sin encontrar sustancia tóxica alguna.

Sin embargo, dicha batida se realiza en la Isla hasta en tres o cuatro ocasiones al año, la próxima de ellas en el mes de abril, según explica el coordinador de la UCA, Javier Álvarez.

Futuro
Gomila se ha propuesto hacerse cargo de la feria hasta 2012, cuando alcance su 25 aniversario. El organizador cree que ha llegado el momento en que gente más joven "tome las riendas" para que dote a la muestra de un nuevo impulso. Respecto al momento que viven los cazadores en la Isla, Gomila afirma que "no atravesamos una buena situación".

El presidente de la Associació de Perdigoters explica que "a nivel político estamos un poco indecisos, a la espera de que se resuelvan las transferencias. No sabemos por dónde tirar". A pie de campo, Gomila sostiene que el problema que existe es la falta de conejos, ya que "su ausencia es perjudicial para la caza al someter a más presión a otras especies".