Pleno. El alcalde contestó con frases breves y sin apenas levantar la mirada a las acusaciones de los socialistas - Cris

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La noche era fría, tanto en el exterior como en el interior del salón de plenos de Es Migjorn Gran. El termómetro marcaba tres grados centígrados, pero la noche se calentó cuando el PSOE puso sobre la mesa la polémica por las facturas de las camisetas de fiestas y el aperitivo de David Russell, y pidió la dimisión del alcalde del PP, Andreu Moll. Lo hizo tras un pleno en el que el primer edil contestó a las preguntas anteriores con frases breves, apenas levantando la mirada de la mesa y sin ofrecer, en algunos casos, explicaciones esclarecedoras.

El vaso, no obstante, se colmó con las declaraciones que ayer reproducía este periódico del propio Andreu Moll. El portavoz del PSOE, Pere Moll, aseguró "sentir vergüenza de tenerle a usted como alcalde", afirmando que el primer edil "nos ha mentido a nosotros, no nos facilita la información, e incluso miente a sus compañeros de gobierno e implica a gente de Es Mig­jorn en cosas que ha hecho usted y sólo usted". Pere Moll solicitaba explicaciones sobre las facturas de las camisetas de fiestas, sobre el aperitivo de David Russell, y el alcalde se defendía escuetamente asegurando que "las facturas no se han aprobado nunca. Ya he dado las explicaciones que tenía que dar", en referencia a una comisión de hacienda del mes de diciembre y a las declaraciones realizadas a los medios de comunicación.Respuesta que no contentó para nada al PSOE, que insistió en sus críticas, y Pere Moll se dirigía al alcalde asegurando que "es el peor alcalde, y con diferencia, de la historia de Es Migjorn Gran.

Sus predecesores al menos ofrecían explicaciones cuando se las pedían. Usted no hace ni eso", aseguró. Los socialistas, al no encontrar explicaciones suficientes de boca de Andreu Moll, se dirigieron a su mano derecha en el equipo de gobierno, Mercè Francesca, pidiéndole a ella justificaciones. Su respuesta era del mismo estilo que la de Moll: "No tengo nada que decir en este momento, ya dije todo lo que tenía que decir". Francesca se remitía a un comunicado en el que contradijo al alcalde, al asegurar que la factura de las camisetas sería pagada por unos particulares, pero en cambio afirmó que el aperitivo de David Russell sería costeado por el Consistorio, algo que el propio alcalde ha desmentido. Ante estas contradicciones, los socialistas increparon al equipo de gobierno pidiendo el nombre de las personas que van a pagar las facturas, algo que el alcalde se negó a responder alegando que "es un tema del ámbito privado, que no corresponde tratar aquí". Una percepción que la concejal socialista Elena Baquero rebatió asegurando que "era usted (el alcalde) quien repartía las camisetas por Sant Cristòfol, y era usted quien invitó a un montón de gente al aperitivo posterior al concierto de David Russell. Esto no concierne al ámbito privado. Es público".

La discusión siguió durante varios minutos, sin que se obtuviera de ella ninguna conclusión clara. Algo que, para el edil socialista Joan Sánchez, "da mucho que pensar, y si quien tiene que ofrecer explicaciones no las da, luego la imaginación tiene mucho recorrido". Siguiendo con las críticas al alcalde, los socialistas le acusaron de haber amenazado a un vecino de Es Migjorn Gran dentro de un bar. Tras esta acusación, la teniente de alcalde Mercè Francesca fue la que solicitó que se levantara la sesión, y así fue. Eso sí, el alcalde acabó con una frase enigmática: "Aquí no acaba la historia. La historia sigue y seguirá, y la sabrán pronto. Este mismo mes".

SIN NOTICIAS DEL PRESUPUESTO
Otro de los puntos calientes de la noche plenaria en Es Migjorn fue la pregunta hecha por los socialistas solicitando los motivos del retraso en la confección del presupuesto municipal para este año. Andreu Moll contestó que "los números están casi listos, ha sido un presupuesto difícil", una intervención que para el socialista Pere Moll "nos provoca risa, cuando en el pleno de noviembre usted nos dijo que nos pasaba el presupuesto a la mañana siguiente". Ante esta percepción, los socialistas se dirigieron directamente a la secretaria del Ayuntamiento, para preguntarle quién y cuándo había hecho los presupuestos. Finalmente, Andreu Moll zanjó el debate asegurando que "cuando esté acabado el documento se lo daré", aunque sin concretar ninguna fecha exacta.