Como una candela que se extingue poco a poco, expiró Jaume Cots de Riera, ayer, a las 15 horas, en la Casa Sacerdotal de Maó. "Lo hizo envuelto en una gran paz", según un sacerdote que le acompañaba en el traspaso. La misma paz con la que vivió los últimos de sus 70 años de sacerdocio, tras épocas de intensa entrega y dedicación a la Iglesia y la sociedad menorquina. Pese a su intensa labor, su rutina diaria de lectura de la Biblia, de revistas especializadas y de "Es Diari" y de plegaria no le distraían de un pensamiento que confesaba hace poco más de dos años, el de que hubiera hecho mucho más si hubiera estado "más entregado, más decidido".
El Padre Cots había nacido en Maó el 7 de noviembre de 1915 en el seno de una familia sumamente acomodada. Poco después de la finalización de la Guerra Civil, el 23 de septiembre de 1939, Jaume Cots era ordenado sacerdote. Desarrolló buena parte de su ministerio sacerdotal en la parroquia de Santa María de Maó, zona de la que fue muchos años arcipreste. En la actualidad era el sacerdote del monasterio de las RR. Concepcionistas. Hombre de fe y de oración, el Padre Cots siempre estuvo atento a las necesidades materiales que acuciaban a los más desfavorecidos de la sociedad mahonesa. "Era un loco de los pobres"- afirma gráficamente Paula Pons Moll, quien compartió con el presbítero años de servicio en Caritas-. "Cuando sabía que alguien estaba necesitado, espiritual o materialmente, siempre estaba a punto. Nosotros nos encontramos con muchos casos de necesidad, muchos problemas", rememora Pons, vinculada a la entidad diocesana desde 1983 a 1992.Esta sensibilidad, unida a su extraordinaria generosidad, llevaron a Cots a desprenderse progresivamente de sus bienes. Algo que destacan sin excepción todas las personas que le conocieron. "Era un sacerdote cuyo voto de pobreza cumplió en su totalidad. Vendió todo lo que tenía en beneficio de Menorca", afirma Guillermo de Olives, quien recuerda a Cots desde niño por la relación que éste mantenía con su familia.
Esta extrema aspiración de pobreza, su capacidad de acogida, su espiritualidad y la fidelidad a su vocación sacerdotal, le granjearon la admiración y el cariño de muchos menorquines. "Era un hombre muy especial", "un referente", "una buena persona", "un modelo a seguir", dicen quienes lo conocieron con la voz teñida de tristeza. La que embargó ayer a toda la Diócesis.
"Es Diari", apuesta por una voz plural para Menorca
Cosas de la fortuna, que nunca quiso para sí, Jaume Cots Riera se encontró en 1955 en posesión de la propiedad del diario "Menorca", cuyo primer número había visto la luz el 1 de febrero de 1941. Desbordado por el déficit que acumulaba y ante lo infructuoso de sus contactos con otras instituciones para que se hiciesen cargo de él, el padre Cots tomó las riendas de la situación y con la inestimable colaboración de Guillermo de Olives Pons, Mateo Seguí Mercadal y Francisco Hernández Escrivá fue dando los pasos oportunos para que "Es Diari" se transformara en "Editorial Menorca, S.A." e hiciese posible "un periódico de Menorca, para Menorca, hacia Menorca y por Menorca".
En 1978, con el proyecto ya consolidado, Cots cedió sus títulos al Obispado de Menorca. Se mantuvo siempre como fiel lector de "Es Diari" y hace dos años aprobaba los cambios introducidos en su imagen y expresaba su satisfacción porque Menorca y la Iglesia menorquina contasen con un medio de referencia, que reflejase la realidad de la Isla y los valores cristianos, dando cabida a las múltiples voces de la sociedad.
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