El GOB ha advertido a Autoridad Portuaria de Balears de la presencia de elementos contaminantes en los lodos del puerto de Maó, algo que hace que éstos no puedan ser vertidos libremente en el medio natural como pretende esta entidad. Los ecologistas solicitan, por tanto, que los lodos resultantes de las tareas de dragado se confinen en un vertedero controlado, al menos los procedentes de aquellas zonas identificadas como contaminantes.
Concretamente, el GOB advierte la presencia de elementos como mercurio, plomo, cobre o bifenilos policloratos, que superan el nivel 1 de contaminación. Entiende que el dragado debería servir para que estas sustancias quedaran de una vez fuera de circulación.
El GOB recuerda que los fangos a extraer en el puerto de Maó se pretenden dejar en un punto situado a la altura de S'Algar, a pesar de que en 11 de las 26 muestras analizadas en otras tantas zonas del puerto (comprendidas entre la isla Pinto y la Colàrsega) se han localizado concentraciones de los citados metales pesados que superan las limitaciones establecidas para que puedan acabar de nuevo en el medio natural.
La entidad considera que el hecho se agrava por detectarse en algunos puntos concentraciones elevadas de más de un elemento contaminante, como en la ribera sur, a la altura de la central térmica, en la parte exterior del Cós Nou o frente a la Estación Marítima.
Mezcla
El GOB deduce de las explicaciones ofrecidas hasta la fecha por Autoridad Portuaria de Balears que su intención es mezclar todos los fangos del dragado, por lo que se rebajaría el nivel de contaminación. La entidad ecologista comenta que con esta medida no se evita que los elementos nocivos vuelvan al mar. El puerto de Maó recibió vertidos industriales incontrolados durante los años sesenta que ahora, según el GOB, aparecen en las muestras analizadas, lo que vendría a demostrar que son muy poco biodegradables.
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