Saludo. Un dirigente falangista haciendo el saludo de la época en la sede del partido en Ciutadella

TW
0

Ll.A.C. Ciutadella
Narrar la historia objetivamente, sin tintes personales, es una misión difícil. Lo es aún más cuando el episodio relatado despierta tantas susceptibilidades como la Guerra Civil y el régimen franquista. A pesar de estos escollos, el historiador Jordi González Vidal ha dado forma a un estudio inédito sobre la presencia de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS) en Menorca durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo.

El trabajo surge de su último año de doctorado, y desde entonces ha desempeñado una investigación que, explica, no ha sido nada fácil. "La documentación generada por el propio partido fue destruida o escondida durante la Transición. No en vano, los falangistas ya habían usado la documentación de los republicanos para ejercer su represión, y temían que se les recetara su propia medicina", asegura González. De hecho, el historiador ferreriense asegura que aún hoy "hay gente que mantiene escondida documentación de la Falange, tengo constancia de ello".

A pesar de estas dificultades en la investigación, González elabora un relato histórico de gran valor, cuya finalidad es simplemente ésa, recordar la historia, sin ningún objetivo moralista. "No quiero ni abrir ni cerrar heridas, es simplemente un trabajo histórico. Yo no he vivido ni el franquismo ni la Transición, y a pesar de que en el libro salen muchos nombres, no quiero acusar a nadie. Todo lo narrado es producto de una época y una situación determinada. Además, creo que para las generaciones como la mía, las heridas están más que cerradas", dice.

Con estos mimbres, González ha tejido un estudio dividido en tres partes. La primera habla de la segunda República y la Guerra Civil, sobre el nacimiento de la Falange y su papel en episodios como el complot de mayo de 1937 o el levantamiento del 8 de febrero en Ciutadella. La segunda parte del libro fija el objetivo ya en la posguerra, relatando los mecanismos del entonces partido único para inculcar los valores del régimen en la sociedad menorquina. Una sociedad que, cabe recordarlo, se había posicionado en el bando opuesto durante la guerra, y por lo tanto el partido y el régimen sabían que su misión era difícil.

La tercera y última parte del libro relata el papel de la Falange en la participación menorquina en la Segunda Guerra Mundial a través de la División Azul. Fueron un mínimo de 37 menorquines los que formaron parte de esta misión.
"La Falange a Menorca. 1939-1943. Els primers anys" se presentará en los próximos días en varios municipios de la Isla, y coincide en el tiempo con el 70 aniversario del fin de la Guerra Civil.