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Autoficha
Me llamo Lilia Smoliakova. Nací en el sur de Rusia, en concreto en Vitibsk, el 5 de junio de 1964. Con tan sólo cuatro meses ya vivía en Moldavia. Estudié en la Universidad de Bellas Artes de Moscú y estoy especializada en el diseño de libros. He trabajado de profesora de acuarela y dibujo en Es Migjorn y también en Ferreries y me gusta pintar cuadros. Junto con mi marido realizamos iconos. Tengo una hija de siete años.

M.P.F. Maó

¿Cuándo llegó a la Isla?
Mi marido, que también es de Moldavia, es pintor e ingeniero. Encontró trabajo en la Isla y por eso nos trasladamos a vivir aquí, en Es Migjorn. De esto ya hace once años.

¿Cuándo decide estudiar Bellas Artes?
Mis padres son veterinarios en Moldavia. A mí me gustaba esta especialidad pero mi madre siempre me decía que para las mujeres era una carrera demasiado dura. De pequeña siempre me había gustado dibujar y lo cierto es que es una carrera muy interesante porque el arte es algo que siempre está en movimiento, que demuestra movimiento en su interior.

¿La Isla influye en la forma de trazar líneas y expresar sentimientos?
Desde el momento que puse los pies en Menorca he tenido la sensación de que el tiempo se ha parado. Tiene una vibración especial que te ofrece armonía y equilibrio, que es lo que necesitas para hacer fluir tus sentimientos. Además, la pintura me permite reflejar todo aquello que soy incapaz de decir con las palabras. A pesar de ello, también debo indicar que la pintura, desde mi punto de vista, tiene más limitaciones que otra forma de representación plástica puesto que las Bellas Artes dan una formación muy concreta que deja poco para la imaginación. Todo está inventado. Por el contrario, la música no marca tantas limitaciones.

¿Con qué estilo se siente más identificada?
Pinto abstracto. Me gusta bastante el paisaje puesto que Menorca tiene una primavera permanente, que nunca termina, es como si siempre esté el primer jardín. Aún así, no me identifico con ningún artista puesto que cada pintor expresa aquello que tiene dentro y por tanto es algo único.

¿Cambia su forma de pintar si usted se encuentra en Rusia?
Sí, cuando estoy en Rusia, el trazo expresa lucha. Los cambios de frío y calor son más bruscos. A pesar de ello, tiene sus espacios inigualables. La sensación que tengo yo cuando entro en Rusia es que estoy en un espacio que cuenta con muchos otros espacios visuales y espirituales.

Una de sus especialidades son los iconos que realiza junto a su marido.
El icono es pintura al temple, que se elabora con frescos y pigmentos naturales, es decir, yema de huevo, mezclada con pegamento en polvo. Es un tipo de arte que se realiza sobre una tabla de madera. Se pasan unos hilos para que el dibujo quede perfecto, tiene la peculiaridad de que sólo se ve si se observa de lado. Antes de la capa protectora final, se le pone pan de oro para reflejar la parte espiritual y las zonas más destacables del icono. En la Isla hay iconos realizados por nosotros en la iglesia de la Concepción de Maó y la de Sant Climent, que tiene dos.