Fira. Las reses y los ganaderos abandonaron el recinto que acogía el concurso morfológico

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Ángeles M. Obispo Maó
Las amenazas de multa del Consell contra los payeses que retiraron las reses de la Fira del Camp ha soliviantado aún más los ánimos de los ganaderos, para quienes estas amenazas no hacen más que echar más leña al fuego. De hecho, Pau Bosch, presidente de FAGME, no entiende por qué los políticos ponen ahora el acento en estudiar posibles sanciones a los ganaderos que decidieron abandonar la feria "dentro de la legalidad" en vez de atender las reivindicaciones del sector. Las guías sanitarias de traslado de los animales eran para el 15 y esta premisa, enfatiza, se cumplió. Además, recalca que la Asociación Frisona Balear no tiene ninguna responsabilidad sobre lo que pasa fuera del concurso morfológico, en respuesta al anuncio hecho por la consellera insular de Agricultura, Antònia Allès, de pedir explicaciones a esta asociación sobre los sucedido en la feria.

Frustración
Bosch asegura que la decisión de abandonar fue la respuesta a un cúmulo de circunstancias negativas; anuncio de COINGA de bajar el precio que paga por el litro de leche, el posible cierre de Kraft y la frustración del sector al conocer el sábado el recorte de las ayudas del Govern destinadas al ganado vacuno lechero a través del Plan Proagro 2009. En lugar de los 180 euros por cabeza de ganado que se venían entregando en concepto de ayuda, ésta pasará a 100 euros por unidad para las primeras cien reses y 75 euros a partir de la centena. Pero sobre todo lo que más ha alterado los ánimos del sector es que no se hubiera incluido ninguna de las alegaciones presentadas por las organizaciones agrarias al borrador del plan y que nadie diera una respuesta satisfactoria al respecto. El presidente de FAGME también se queja de que no llegan las ayudas de los PDR (Planes de Desarrollo Rural) para maquinaria y que la partida para la reposición de 'paret seca' se ha demostrado insuficiente. En cuanto a las ayudas prometidas por el Govern para los próximos 5 años, Bosch reprocha que, de momento, no hay cantidades sobre la mesa ni referencias sobre a qué se destinarán. En este mismo sentido se expresó ayer el presidente de AGRAME, Guillermo de Olives, quien lamentó el trato que recibe el campo por parte de la Administración. "El político dice que mantenemos el paisaje, pero dan muchas más ayudas a los hoteles a pesar de que nosotros reinvertimos lo que ganamos en el campo, mientras que los hoteleros prefieren hacer más hoteles en el Caribe", criticó.