Debate. La consellera Mariana López, ayer durante su intervención

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F. Saborit Maó
La deficiencias sanitarias que padece Menorca unieron ayer a los grupos políticos del Consell, que aprobaron por unanimidad, en sesión plenaria, reclamar a la Conselleria balear de Salud que estudie las medidas necesarias para dotar al Hospital Mateu Orfila del servicio de cirugía vascular arterial. Una propuesta del Grupo Popular, cuya redacción incorporó una enmienda del equipo de gobierno del PSOE y PSM-Els Verds, prosperó con el objetivo de que, mientras no sea posible la contratación de especialistas, éstos se desplacen a Menorca, en función de cada caso y de la urgencia del mismo, para evitar que los pacientes tengan que ser atendidos en Son Dureta.

La consellera de Acció Social, la socialista Noemí Gomila, dejó claro que la enmienda se introdujo "para reforzar la propuesta" y con la intención de que se analice la necesidad de desplazar cirujanos vasculares en cada caso particular. Gomila celebró el acuerdo alcanzado sobre "una tema complejo, como es la sanidad, y que no es competencia nuestra".

Asimismo, la propuesta del PP que asumió ayer el pleno pide al Govern que promueva e incentive un plan especial de formación en centros acreditados de los especialistas en cirugía general del 'Mateu Orfila', para el estudio de las principales técnicas y habilidades de este campo de la medicina. El Consell también solicita a la Conselleria de Salud que garantice un transporte sanitario "ágil, fiable y permanente" entre las Islas, para dar una respuesta inmediata a las urgencias.

El acuerdo plenario de la institución se produce después de que el Defensor del Paciente se dirigiera al Govern para reclamar más medios y recursos para el hospital menorquín, con la finalidad de evitar traslados de enfermos a Mallorca. La entidad intervino a raíz del fallecimiento, el pasado 10 de febrero, de una joven menorquina que fue trasladada a Palma al sufrir complicaciones durante una intervención quirúrgica.