Debate. Los participantes en el foro se mostraron pesimistas sobre la evolución del mercado de trabajo

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Ángeles M. Obispo
El enrocamiento de los agentes sociales a la hora de negociar los convenios colectivos fue otro de los puntos abordados ayer en el Foro Menorca sobre el mercado laboral en tiempo de crisis. Los participantes coincidieron en que la dinámica de confrontación de intereses que preside hoy día estas negociaciones no facilita prácticamente en ningún caso avances que puedan ir más allá de los meros acuerdos salariales.

La rigidez de los convenios colectivos deja atrás la posibilidad de introducir en muchos casos mejoras sociales como la plena conciliación de la vida laboral y familiar, bonos de transporte, guardería y comida entre otras cuestiones. Aspectos que a la larga repercuten en la mejora de la productividad del trabajador. Por este motivo, Erik Monreal, profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universitat de Balears, defendió la posibilidad de que cada empresa introduzca cláusulas adicionales al convenio colectivo sectorial. Abogó por aprovechar las prerrogativas existentes actualmente en el marco laboral para ir más allá de la pátina de modernidad que pueden dar las mejoras en temas de igualdad o riesgos laborales y poner el acento en estas mejoras sociales y en la gestión del tiempo de trabajo ya que, en su opinión, conducirán a la mejora de la productividad de cada empleado y por ende en la competitividad de la empresas.

Cláusulas adicionales
Monreal defendió incluso la introducción de cláusulas específicas de flexibilidad salarial para ser aplicadas en empresas cuya situación económica esté seriamente comprometida. Esta sugerencia encontró el apoyo del responsable de UGT, José Reyes, siempre y cuando exista un riguroso control al respecto y evite el cierre de dichas empresas, si bien reconoció la dificultad de su aplicación. Dificultades que también encuentra Reyes en la introducción de mejoras sociales en las mesas de negociación por eso consideró positivo la inclusión de cláusulas, aunque advirtió del riesgo de caer en negociaciones diferentes para pequeñas o grandes empresas, pues daría origen a trabajadores de primera y de segunda división. "En tiempo de crisis ya existen muchos mecanismos para deshacerse de los empleados y no podemos seguir recortando derechos a los trabajadores", apuntó.

Revisión en función del IPC
Pau Seguí, secretario general de PIME-Menorca aseguró que a pesar de la crisis, no se han introducido modificaciones en los convenios y la mayoría establecen una subida salarial mínima del IPC del 2,5 por ciento. En su opinión, las revisiones que se realizan hoy día de los convenios no tienen conexión real con los sectores porque sólo abordan temas salariales por eso, la negociación tal y como está concebida, "donde nadie cede nada", no es positiva. Para José Reyes, el IPC no tiene por qué ser el centro sobre el que gire la negociación pero remarcó que, cuando los trabajadores intentan introducir mejoras sociales como la conciliación de vida laboral y familiar o las 35 horas y las patronales no ceden, los sindicatos tampoco lo hacen en sus pretensiones sobre el IPC. "La confrontación está institucionalizada y por tanto será difícil cambiar la dinámica actual de las negociaciones", advirtió.

El Plan por la Ocupación del Govern llega tarde
El Plan por la Ocupación del Govern balear acordado con los agentes sociales también fue puesto sobre la mesa de debate. La consellera balear de Trabajo, Joana Barceló, anunció que el plan estará listo a finales de este mes, sin embargo para la mayoría de los participantes no será una herramienta útil contra la crisis. Aseguran que llega tarde y que cualquier actuación encaminada a reducir la destrucción de empleo y generar confianza deben ejecutarse a corto plazo. Las patronales PIME Y CAEB reprochan a la Administración que a pesar de la crisis y la pérdida de productividad y competitividad de las empresas menorquinas, no haya incluido en sus presupuestos la construcción de nuevas infraestructuras y en cambio sí haya incrementado el gasto corriente y sus deudas. "Con pactos, mesas y decretos no saldremos. No se ve eficacia en la Administración", lamentaron.