Joan Triay, líder de UPCM

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I.P.D.R. Ciutadella

El concejal de Unió des Poble de Ciutadella, Joan Triay, manifestó ayer la intención de su partido de dar su apoyo a la socialista Pilar Carbonero para que se erija como alcaldesa, después que la dimisión de Brondo haya desmontado la moción de censura.

Triay asegura que "nos gustaría poder votar a Antònia Gener porqué nos merece toda la confianza, ya que siempre ha hecho lo que dijo que haría. Pero no la votaremos", afirma. El motivo que alega el portavoz de UPCM es que "la renovación que prometió Assumpta Vinent en el Partido Popular no se ha completado, se ha quedado a medias y no nos sirve como para inspirarnos la suficiente confianza" como para apostar por ellos en una sesión de investidura.

Según el líder de UPCM, su partido descarta su voto hacia el PP porqué aún quedan en su lista electoral "tres o cuatro personas tanto o más pro tránsfugas" que las que hay ahora en el Ayuntamiento. Esto crea esta desconfianza con el partido de Gener, "porqué ya nos traicionaron una vez y no estamos dispuestos a que pueda volver a pasar", concluye Triay.

Así, UPCM continúa con su apuesta por un gobierno encabezado por Pilar Carbonero, una candidata a la que Triay considera "idónea" como alcaldesa.

Joan Triay se refirió al comunicado en que Llorenç Brondo informaba de su dimisión. "Es una despedida a la vida política que se ajusta a su personalidad, con falsedad", ironizó. Desde UPCM se considera "patético" que el ya ex-alcalde "eche flores a su gestión cuando todo el mundo sabe que él no tomaba ninguna decisión importante" y "es bochornoso ver cómo estos señores han maniobrado para aferrarse al poder", afirma.

Es más, el portavoz de UPCM asegura que la dimisión de Brondo "es un intento más del núcleo duro del grupo tránsfuga para mantenerse y reirse, una vez más, del pueblo, demostrando cómo son y cómo actúan".

Joan Triay lamenta que el Ayuntamiento de Ciutadella esté sumido en "una parálisis total y que a ellos les dé igual".

Desde UPCM son plenamente conscientes de que la renuncia del alcalde es "una táctica, argucias legalistas que no diseñan ni Brondo ni Antònia Salord porque no tienen ni idea", afirma.