Análisis. Los tertulianos coincidieron en la importancia de establecer unas bases sólidas que garanticen el futuro económico insular

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O.R.P./L.M.F.
"No se puede estar peor". "La situación es tétrica". "No podemos seguir por debajo de la media". "Los ciudadanos deben ser iguales". Éstas son algunas de las frases pronunciadas por los cuatro participantes en el primer Foro Menorca celebrado ayer en Maó. Todas y cada una de estas palabras corroboran que Balears precisa, urge, de un nuevo modelo de financiación autonómico. Se necesitan más recursos, pero también mano izquierda para administrarlos.
El proceso no ha hecho más que empezar. La negociación bilateral entre el Ejecutivo central y el autonómico ha sido un primer paso en el sinuoso camino que ha de conducir a la consecución de un mejor reparto de los recursos estatales entre todas las comunidades. La última etapa por cubrir, la que determinará el cuánto y el cómo de esta asignación, tendrá lugar en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Allí, todos los ejecutivos autonómicos dirán la suya y será donde se fragüe el pacto definitivo.

Negociación
Se avanza con firmeza y determinación, o al menos así lo contemplan los participantes en el Foro Menorca. El ex conseller balear de Economía y Hacienda y actual presidente del Cercle d'Economia de Mallorca, Alexandre Forcades considera que el método no varía respecto de otras ocasiones. "Es un sistema bastante anárquico que se presta a la demagogia", afirma. Sin embargo, entiende que el documento elaborado por Solbes es muy abierto y reconoce la injusticia y la insuficiencia del modelo actual. "Creo que surgirán dificultades en la negociación porque mucha gente no separa el trigo de la paja", sostuvo Forcades.
En parecidos términos se expresa el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y ex presidente del Ateneo de Maó, Juan Hernández Andreu. "Parece lógico que todo empiece con reuniones bilaterales para tomar las primeras impresiones ya que la situación es muy diferente de una región a otra", matiza. No obstante, alerta de los peligros que suponen este tipo de reuniones ya que "falta técnica y las negociaciones se llevan más en términos políticos que económicos".

Por su parte, el ex presidente del Consell General Interinsular, del Consell de Menorca y miembro del equipo asesor para la reforma recientemente aprobada del Estatut d'Autonomia, Francesc Tutzó, no discrepa sobre cómo se está llevando la negociación aunque apunta a que "habrá que intentar llegar a un consenso entre todas las comunidades autónomas lo que no será fácil"
Finalmente, el economista, historiador y profesor del Instituto Josep Maria Quadrado de Ciutadella, Miquel Àngel Casasnovas, ve en esta negociación una gran oportunidad para construir unas bases de futuro sólidas. "Tenemos que afrontar una refundación autonómica, basada en la Constitución pero marcando claramente cuáles son las reglas del juego", afirma.

Los criterios
La negociación debe dejar muy claro cómo se van a repartir los recursos. Los cuatro invitados sostienen la importancia de que los criterios a aplicar sean completamente objetivos y cuantificables.En este sentido, la población se ha convertido en uno de los estandartes del Ejecutivo balear.

Forcades sostiene que "la población es un intento de construir un modelo con principios, un criterio eficaz, pero debe realizarse una ponderación para que la aplicación del resto de factores no lo conviertan en nada". Casasnovas corrobora la necesidad de revisar la financiación teniendo en cuenta el aumento demográfico registrado en las Islas en los últimos 20 años. "Hemos crecido y dejado de ser una de las comunidades más ricas". Asimismo, apunta a la necesidad que la población no se mire únicamente en términos cuantitativos, sino también atendiendo a características como las franjas de edad o la procedencia.

Francesc Tutzó fue más allá y apuntó a la necesidad de ponderar el criterio poblacional para cada competencia y de tener en cuenta "la población real y efectiva asumiendo la población flotante" originada, en parte, por la actividad turística. Asimismo, añadió la conveniencia de considerar el diferencial de precios entre la comunidad balear y otras. En este punto, Casasnovas refrendó la importancia de este aspecto al detallar que "la diferencia de precios se nos come entre un 10 y un 12 por ciento"

Por su parte, Hernández confirma que Balears ha sufrido un boom demográfico pero también señala la importancia de otros criterios como son el diferencial entre lo que se paga y lo que se recibe. "Las Islas están por debajo de la media en financiación, los números lo avalan y hemos llegado a una situación tétrica".
El segundo pivote sobre el que debería girar el futuro acuerdo para la financiación autonómica es la insularidad. "Es el más importante elemento diferencial para Balears; habrá que defenderlo a capa y espada", aseveró Forcades. En la misma línea, se expresó Casanovas al subrayar la necesidad de cuantificar este hecho teniendo en cuenta, además, la dispersión territorial.

También ligado al hecho insular, Hernández se refirió al Régimen Especial Balear. "Necesitamos que sea justo y adecuado a las exigencias de las Islas", manifestó el catedrático. "No hay que politizar las exigencias, es necesario diferenciarlas de las reivindicaciones fiscales", dijo. A su modo de ver es importante que todas las comunidades mantengan la misma capacidad de desarrollo económico.

Permanencia
Respecto de los criterios que han sentado las bases de la negociación unilateral, se apuesta porque sean comunes a todas las comunidades autónomas -"poderándose más o menos según sus peculiaridades", apuntó Tutzó- y porque se revisen anualmente. "Los criterios deberían poder modificarse de manera anual para adaptarse a los cambios y evitar que nos pase lo de ahora", añadió.

Confianza
La eficacia que estos criterios han demostrado en el sistema de financiación de otros estados descentralizados abonan la confianza de los ponentes en su adopción definitiva por el Gobierno. "Por debajo de la media no nos pondrán. Lo contrario sería un escándalo", advierte Hernández. Otra razón de peso esgrimida por los invitados es el rango de ley del Estatut d'Autonomía. Tanto Tutzó como Casasnovas señalaron que por ser ley orgánica puede exigirse su cumplimiento.
Si bien, no se obvió que el éxito dependerá de la capacidad negociadora y la implicación social.

El quid de la población flotante
Uno de los puntos a tener en cuenta dentro a la hora de considerar el número de habitantes de Balears es el de la población flotante. "Interesaría que se tuviese en cuenta la población real y efectiva asumiendo la población flotante", remarcó Tutzó.Asociada de manera íntima al turismo, este factor es determinante en el cálculo del coste de los servicios. Por este motivo, desde el Govern se insiste en la necesidad de tenerla en cuenta. Casasnovas lo ejemplifica con el volumen de las infraestructuras necesario para dar respuesta a las exigencias de las personas que visitan las Islas a lo largo del año. "Ganamos por el turismo pero también contribuimos por ello, por tanto, se debe tener en cuenta este factor" , aseveró. El historiador incidió en la importancia de que se incluya este ítem habida cuenta el peso que el sector turístico tiene dentro de la economía balear. "¿Cómo puede impulsar el Govern un turismo potente si nos retiran recursos año tras año?, reflexionó en este punto Forcades.