Carretera. El tránsito de vehículos por el acceso principal del núcleo ha quedado restablecido

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Toni Seguí Es Mercadal
El Ayuntamiento de Es Mercadal ha concluido los trabajos de demolición de una roca de 4.000 toneladas que representaba un riesgo potencial para los usuarios de la carretera de acceso a la urbanización de Sa Roca. La consolidación del tramo viario afectado por los trabajos está pendiente únicamente de la colocación de una capa de aglomerado asfáltico.

Vecinos de Sa Roca alertaron al Ayuntamiento de Es Mercadal en 2006 del desprendimiento de varias piedras de gran tamaño procedentes de un gran peñasco de una altura de 20 metros en la carretera de Sa Roca. Después de que los servicios técnicos municipales realizaran una inspección de la zona, el Ayuntamiento acordó solicitar un informe al ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, José Antonio Fayas, para analizar las causas de los desprendimientos y proponer una solución al problema. El informe, entregado en abril de 2007, determinó la conveniencia de demoler el bloque rocoso de 20 metros de altura que sobresalía de la vertical de la carretera, al presentar diversas grietas y una fractura que había originado su desplazamiento en una época indeterminada.

El Ayuntamiento de Es Mercadal contrató los trabajos de demolición a la empresa Antonio y Diego, con un presupuesto de 35.000 euros -que alcanzará los 40.000 euros motivado por los imprevistos propios de una actuación de estas características- y un periodo de ejecución de un mes, que finalmente se ha convertido en tres meses debido a las continuadas lluvias de otoño e invierno que han retrasado la ejecución de las obras. Por otra parte, mientras han durado los trabajos, la carretera de acceso ha permanecido cortada al tráfico, por lo que los vecinos de Sa Roca han utilizado el Camí de sa Cucanya y el Camí d'en Kane para sus desplazamientos.

El proceso de demolición se inició a finales de octubre pasado con los trabajos de limpieza de tierra y vegetación de la parte superior de la roca, a cargo de obreros especializados que trabajaron con las debidas medidas de seguridad, para la apertura de las grietas de la roca mediante palancas y un gato hidráulico, y la posterior colocación de cemento expansivo en su interior para provocar la rotura de la piedra. Este método de trabajo se utilizó hasta alcanzar la mitad de la cota, unos 10 metros, puesto que la demolición de la mitad inferior del peñasco se realizó mediante el concurso de una máquina retroexcavadora, de 40 toneladas de peso, que se situó sobre una rampa construida con el propio material demolido. A principios del pasado mes de enero finalizaron los trabajos de demolición de la roca situada sobre el plano de falla, con la retirada de 1.700 metros cúbicos de material pétreo, por lo que se procedió a la reapertura del tráfico en la mencionada carretera. Únicamente falta la nueva pavimentación asfáltica del tramo deteriorado que, si acompañan las condiciones meteorológicas, se realizará esta misma semana.