Maó. Los más pequeños gritaron consignas de paz en la plaza Colón

Maó. Los más pequeños gritaron consignas de paz en la plaza Colón

20/01/10 0:00
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O.R.P./L.B. Maó/Ciutadella
Los niños han sido las víctimas más impactantes del conflicto en la Franja de Gaza y ellos mismos fueron ayer los encargados de reivindicar el fin de una guerra que ya hace demasiados años que dura. Maó y Ciutadella han sido escenario de sendas protestas contra Israel y muestras de solidaridad hacia el pueblo palestino. Para los menorquines, la paz debe imperar.

Alrededor de 300 personas en la plaza Colón de Maó y otras 150 ante la Catedral de Ciutadella dejaron atrás sus diferencias religiosas y alzaron una única voz a favor de protagonistas. Juntos alzaron sus voces al cielo proclamando consignas antibélicas; pidiendo el fin del bombardeo indiscriminado sobre las escuelas de Gaza; el cese de la invasión israelí. Todos reclamaban, en fin, que Israel y Palestina cesen las agresiones y empiecen a dialogar para llegar a un acuerdo de paz.

La concentración, la segunda que se realiza desde el pasado 27 de diciembre, fue convocada por Entrepobles, la Plataforma Menorca per la Pau, Cristians pel Socialisme, el Comité de Solidaridad con los pueblos de la América Latina, el sindicato CGT, la comunidad islámica Al Khayr, la Asociación de mujeres Annoor, Esquerra de Menorca, GERD promotora de comercio justo y el Fons Menorquí de Cooperació. Todos han firmado un comunicado unitario en el que se reivindica enérgicamente la paz, el reconocimiento del pueblo palestino y un juicio internacional por crímenes de guerra al gobierno israelí. Las responsabilidades, sin embargo, también se repartieron fuera de los dos implicados en este conflicto. Al Gobierno se le reclamó un boicot total hacia los productos procedentes de Israel y que, por extensión, acabe con las actuales relaciones comerciales de armamento. A esta misma declaración de intenciones también se adhirieron numerosos de los presentes, a título individual, a las concentraciones.

Esta ha sido la manera que han tenido los menorquines, de siempre y de adopción, de protestar contra lo que entienden que no tiene cabida en el tiempo presente: la guerra.