Imagen de una de las salas del Ocimax

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LL.A.C. Maó
Joan Salas no explotará las futuras salas de cine que se proyectan en Ciutadella. Así lo asegura el empresario, quien explica que "la coyuntura económica no nos lo permite". La negativa de Salas no se basa tanto en los cines en sí como en su oferta complementaria. "El complejo que se está construyendo en Ciutadella incluye otras actividades como restauración, gimnasios, etc. y actualmente la actividad en estos sectores está totalmente parada", afirma Salas.

De hecho, la construcción del complejo que promueve Vision Ciutadella está paralizada. El responsable de la empresa, Joan Villalonga, asegura que si el proyecto no avanza "es por culpa del Ayuntamiento, que nos pone trabas constantemente".

Villalonga no renuncia al proyecto, "pero sí estamos cansados de empujar y empujar, ya que llevamos cinco años con esta idea y no hay manera de que avance", dice. De hecho, Vision Ciutadella ha invertido ya en la iniciativa, según la empresa, 2,5 millones de euros, y dispone -según Villalonga- de la financiación suficiente para seguir adelante con el proyecto.

La renuncia de Salas a explotar los cines no cambia la idea de sus promotores. "Habrá otros empresarios a quienes alquilar las salas de cine, aunque también nos podríamos plantear en algún momento construir solamente un centro comercial, pero no creo que eso sea lo que quiere Ciutadella", esgrime Joan Villalonga.

La asistencia al cine crece un seis por ciento
El cine no entiende de crisis, o así al menos se desprende de los datos de asistencia a las salas de Maó el pasado año. El 2008 se cerró con un seis por ciento más de público que el año anterior, o lo que es lo mismo, 183.000 espectadores.

El aumento se traduce en una facturación total de un millón de euros, lo que permite concluir al gestor del centro Ocimax de Maó, Joan Salas, que "el cine siempre aguanta las crisis económicas". A favor del séptimo arte juega el precio de las entradas: "Ir al cine es un plan relativamente barato, y en tiempos de crisis, en los que las personas necesitan igual que antes salir, el cine se convierte en un ocio refugio. Sobre todo para los jóvenes, que ven en la proyección cinematográfica un buen recurso para disfrutar de un espectáculo a un precio razonable", explica Salas.

Las cinco películas más vistas el año pasado en Maó son todas producciones norteamericanas. "Madagascar 2" se coronará, según Salas, como la más vista cuando se acaben de contabilizar las entradas. Junto a ella se sitúa otro film de animación como "Kung Fu Panda", o continuaciones de grandes sagas cinematográficas como "Indiana Jones 4, El Reino de la Calavera de Cristal", o la última entrega de James Bond "Quantum of Solace". Entre las cinco películas más vistas también se cuela la adaptación a la gran pantalla de uno de los éxitos literarios de los últimos tiempos, "El niño del pijama de rayas".