Brillantez. La comitiva derrochó color y la elegancia propia de la ocasión

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redacción Sant Lluís
A las siete de la mañana el pueblo de Sant Lluís esperaba ansioso la salida de la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente, pero la lluvia, intensa por instantes, hizo que la comitiva se retrasara una media hora. No obstante, la meteorología adversa se superó y la tradición se cumplió como se prevé, con entusiasmo y ganas de cerrar con muy buen pie el periodo de fiestas navideñas.

Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles del municipio muy bien ataviados, en unas espléndidas carrozas y con un séquito voluntarioso y excepcional. Repartieron regalos a aquellos niños que se habían portado bien y que habían cursado las pertinentes solicitudes a través de las correspondientes cartas.
A pesar del mal tiempo, las calles de Sant Lluís se llenaron de curiosos y esperanzados vecinos, algunos desde sus portales o balcones. Se vieron algunos paraguas, pero en ningún momento decayó la fiesta.
Concluida la cabalgata, los niños disfrutaron de sus regalos en el que era su último día de vacaciones.