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B.G.C. Maó
Los arquitectos Vicenç Jordi Manent, Antoni Vidal Manent y Elisabet Figueras obtuvieron la pasada semana el primer premio del concurso de ideas del proyecto del centro de arte de Ca n'Oliver. Su propuesta pretende ante todo preservar y respetar el histórico edificio sin renunciar a crear un espacio moderno y dinámico que en el futuro ha de albergar el fondo artístico de Maó y del Consell insular.

La propuesta ganadora, bajo el lema "Epicentre", contempla la revisión de la urbanización de las calles que confluyen en Ca n'Oliver, Anuncivay e Infanta. El objetivo de esta reordenación es conseguir que el entorno del futuro centro cultural sea un reclamo para atraer visitantes.

Los responsables del proyecto destacan la importancia de concentrar el acceso al palacio por la entrada de la calle Anuncivay, donde se encuentra la parte del edificio más moderna, que data de mediados del siglo XIX. "Esta parte del edifico es la menos protegida y por tanto, la que nos ha permitido hacer una intervención arquitectónica mayor".

Una de las principales acciones proyectadas concierne al patio interior del edificio. "Ha de ser la continuidad de la calle, que la gente pueda entrar al patio sin necesidad de tener que pagar una entrada", explica Antoni Vidal. Con este mismo objetivo, los arquitectos han previsto la costrucción de una cafetería y de una tienda del museo que será de libre acceso a todo el mundo y que pretende ser una vía de atracción de nuevos visitantes.

El proyecto "Epicentre" también contempla la creación de un acceso que conduzca directamente desde el patio hasta el salón de actos. Precisamente este espacio es uno de los puntales del proyecto, según sus responsables. "Este salón de actos tendrá unas proporciones muy agradables para realizar cualquier tipo de actividad, por lo que será una sala muy versátil". El objetivo es que el uso potencial de Ca n'Oliver vaya más allá del uso estrictamente museístico y tenga vinculaciones con otros organismos culturales de Maó y de Menorca.
La que hasta ahora ha sido la entrada tradicional al edificio, en la calle Infanta, se convertirá, de acuerdo con el proyecto de Jordi, Vidal y Figueras, en el acceso público y directo hacia la biblioteca y la ludoteca. "Hasta ahora había una única lectura del edificio que partía desde la entrada de la calle Infanta. Ahora tenemos una nueva visión con este acceso por la calle Anuncivay", explica Antoni Vidal.

Distribución
Vicenç Jordi, Antoni Vidal y Elisabet Figueres han contado con el asesoramiento del museólogo Albert Giménez para dar contenido muesistico a su proyecto arquitectónico. "Con su ayuda hemos conseguido dar una mayor funcionalidad y una correcta distribución al edificio". Así, la planta baja del antiguo palacio albergará los espacios públicos del futuro centro cultural. La biblioteca, la ludoteca, el patio, la cafetería y la tienda conformarán la zona abierta del edificio. El salón de actos y las exposiciones temporales ocuparán el sótano. En el piso superior se habilitarán diferentes salas que albergarán la colección permanente de Hernández Sanz y Hernández Mora.

El arte contemporáneo tendrá su lugar en el segundo piso, mientras que en el tercer piso se habilitará una zona destinada al archivo artístico, así como un espacio para realizar labores de restauración. La torre, seña de identidad del palacio de Ca n'Oliver, se convertirá en un nuevo mirador desde donde observar la ciudad. "Pretendemos que sea también un reclamo", explica Vicenç Jordi.
Apenas unos días después de saber que su proyecto "Epicentre" era el elegido, Jordi, Vidal y Figueras ya trabajan con la vista puesta en conseguir que Ca n'Oliver sea un centro multifuncional y dinámico generador de actividades culturales en Maó y en toda la Isla.