El artista japonés Hiroshi Kitamura conecta arte y territorio en Numa

El espacio cultural de Ciutadella contará en su segunda temporada con una muestra de escultura y pintura que se podrá visitar del 7 de mayo al 31 de octubre

Retrato del autor japonés, que reside desde hace 20 años en el Empordà. | ©FUNDACIÓ́ NUMA

TW
0

La Fundació Numa Espais de Cultura ya tiene artista titular para la nueva temporada. Este 2025 el principal protagonismo recaerá sobre la figura del creador japonés Hiroshi Kitamura (Hokkaido, 1955), quien el próximo 7 de mayo inaugurará una muestra compuesta por 25 piezas entre esculturas y tintas. Una colección que explora la transformación de la materia a través de conceptos como la herencia, la vacuidad, la impermanencia «y el acto primigenio, abriendo un sugerente diálogo entre materia y vacío», avanzan desde el centro cultural.

Así, Kitamura toma el relevo de Caspar Berger, creador en quien recayó el año pasado la tarea de inaugurar el espacio artístico de Ciutadella, que pretende consolidarse como un lugar de referencia en el que «la creación dialoga con la historia y el paisaje de Menorca, fomentando la reflexión a través del arte en un entorno singular».

Inspirado por la tradición japonesa y en un diálogo abierto con el territorio menorquín, Kitamura trabaja con materiales naturales recuperados de su entorno, prolongando su existencia a través de la intervención artística. En la actualidad se encuentra trabajando in situ en el patio y el jardín de Numa para dar vida a unas creaciones pensadas específicamente para su exhibición en Menorca.

Una de las obras de ‘Secretos del Bosque’. | Marta López Raurell

Explican desde Numa que su proceso creativo, basado en la observación y el respeto por la materia, «lo posiciona como un ‘ayudante’ que acompaña la evolución de los materiales sin imponerles una forma definitiva». Una conexión con el entorno que convierte su obra «en un puente entre su herencia cultural y el paisaje que habita, reforzando el vínculo entre arte y territorio», añaden.

Un proceso creativo que recorre tres etapas. En la primera fase, Kitamura se adentra en la búsqueda de materia prima. En la segunda, limpia la madera, despojándola de su corteza para «revelar su historia y memoria». Y, finalmente, en la tercera fase, ensambla las piezas respetando su personalidad, sus formas y vetas naturales, «buscando un equilibrio entre su intervención y la voluntad propia del material».

El resultado, en forma de colección, ofrece la posibilidad de «descubrir cómo la materia, con el paso del tiempo, sigue transformándose, explorando conceptos como la vacuidad, la fluidez y la conexión con lo esencial», concluyen desde Numa.

La exposición de Hiroshi Kitamura se podrá visitar hasta el 31 de octubre, pero no será la única de esta temporada, en la que también se ofrecerá la propuesta de un artista local que se prolongará más allá de la temporada de verano.