Josephine Network derrochó guitarras y rock sobre el escenario. | Javier Rosa | Live Photo

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Cala Figuera echó este domingo el cierre, ya de madrugada, a la octava y más exitosa edición del Cranc Festival. Bajo la carpa de circo instalada en este lado del puerto de Maó, casi un millar de personas siguieron los conciertos de la tercera y última jornada, que tuvo un protagonista argentino.

Él Mató a un Policía Motorizado llegaron de La Plata para pasear los temas más conocidos de su disco «Super Terror» y sus 20 años de trayectoria por Menorca, sexta y penúltima escala de una gira española que les ha llevado a actuar también en Valencia, Gran Canaria, Málaga, Vigo, Barcelona y Palma.

Los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado desataron pasiones entre sus patriotas afincados en Menorca.

Eran el cabeza de cartel del festival y no defraudaron en absoluto, sobre todo a la extensa colonia argentina presente, que no dejó de entonar cada uno de los éxitos de la banda indie rock liderada por Santiago Ariel (Santiago C. Motorizado).

Seguidores de los Ramones y The Pixies e idolatrados por el cantante de Los Planetas, el quinteto argentino abrió la velada con una sobria interpretación de «La noche eterna». Sin apenas interactuar con el público, fueron    hilvanando uno tras otro los temas hasta que llegó «El Tesoro». «Llevo todo el día pensando en vos. ¿Qué hay de malo en todo esto?», cantaban a una con el público. La actuación se prolongó casi por espacio de hora y media.

La noche se había iniciado con el dúo pop catalán Hidrogenesse, cuya llamativa puesta en escena, ataviados con sendos monos rojo y amarillo, hizo realidad la máxima del grupo. En todos sus conciertos se baila y se ríe, y el de Maó no fue una excepción.

Actuación fuera de la carpa de circo en Cala Figuera.

Apenas había terminado su actuación cuando, en el otro escenario, ya sonaban los Manners. La legendaria banda menorquina de rock progresivo, que ha regresado a los escenarios 25 años después, ofreció una media hora impecable de música. La batería de Toni Genestar, el bajo de Víctor Hernández y la afilada guitarra de Pacífic Camps sonaron contundentes y compenetrados. La voz de Guiem Soldevila, primero con la guitarra y después a los teclados, le puso el complemento adecuado.Dejaron al público con ganas de más.

Dos escenarios simultáneos

Pero el renovado Cranc, con dos escenarios simultáneos, no da tregua y la música de Josephine Network empezó a sonar al otro lado de la carpa. La cantante neoyorquina, con toda su banda al completo, paseó su vestido rojo entre ritmos glam rock y una energía desbordante. La misma que, minutos después, exhibió la joven cantante mallorquina Marina Hein, una Rosalía balear que, en la parte final de su repertorio, hasta se atrevió a versionar el «Alenar» que Maria del Mar Bonet popularizó hace 45 años.

El dúo Hidrogenesse llamó la atención por su ritmo y puesta en escena.

La jornada del sábado había empezado al mediodía, con un maratón de actuaciones gratuitas al aire libre, al sustento de las barras y las deliciosas hamburguesas de las foodtrucks dispuestas por la organización. El entremés adecuado para un recinto en el que aún resonaba los exitosos directos de la noche anterior de Judeline, Los Yolos y Pablopablo, el proyecto musical del hijo mayor de Jorge Drexler. Sin olvidar a los maños de León Benavente, cuyo cantante Abraham Boba seguía luciendo impertérrito, trajeado y con gafas de sol, en plena medianoche del sábado.

«Sensación de festival»

El menorquín Dani Herbera, codirector del evento junto a Esteve Torres, se mostraba este domingo por la tarde muy satisfecho por la elección de las carpas y el emplazamiento y por la buena respuesta del público. «Ha sido el año que más sensación de festival hemos tenido», dijo. Sus miras están puestas ya en Mallorca, donde en mayo tendrá lugar la tercera edición del Cranc en la isla vecina.