La artista Elena de Castro junto a una de sus obras.  | SILIA VERGÉS

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La pintora cordobesa Elena de Castro expone una colección de veintiún cuadros que bajo el nombre de «Lo absurdo» puede visitarse todos los días hasta el próximo día 1 de octubre, de 20 a 23 horas, en Atica Art Gallery en el puerto de Maó. De Castro reside en la Isla desde hace tres años y trabaja de enfermera en los servicios de la UCI y Emergencias del Hospital Mateu Orfila.

El concepto filosófico del absurdo que defendió el escritor y premio Nobel francés Albert Camus es el hilo conductor de las obras que conforman la primera exposición de Elena de Castro. «El único sentido que tiene la vida es el que le da uno mismo, porque la vida es si es un absurdo, de ahí las máscaras que aparecen en mis cuadros, no tiene sentido que llevemos una máscara en nuestra vida, puesto que al final la vida son dos días», afirma.

La exposición puede visitarse cada día, de 20 a 23 horas, hasta el 1 de octubre.    Fotos: T. SEGUÍ

Esta exposición es fruto de la asistencia de la artista a un curso especializado en arte y moda en el Istituto Marangoni, en Londres, que De Castro pudo disfrutar a principios de este año, concretamente del 15 de enero al 3 de febrero, después de haber ganado el pasado año una beca artística concedida por la Fundación Reynolds, de Maó.

Las obras que se exponen en Atica Art Gallery, en las que la artista ha utilizado el óleo y el acrílico, han sido creadas en la Isla, con la excepción de algunos collages que elaboró durante su estancia en la capital londinense.

Los protagonistas de los lienzos son dos personajes de dos libros diferentes que la artista leyó hace unos años, «Una cuestión personal», del japonés Kenzaburo Oé, en que el personaje es Bird, y el otro libro «Corre, conejo» del británico John Updike, con las aventuras de Conejo Jones. «Me surgió la idea de mezclar a los dos personajes que tratan de huir de su propia vida, de ir todo el rato con máscara, y en un momento de sus vidas deciden quitársela. Todos tenemos en algún momento de nuestra vida la necesidad de querer salir de lo que somos, de huir, y encontrar de nuevo lo que fuimos durante nuestra infancia, en nuestros orígenes, en definitiva de quitarse esta máscara, eso es lo que me han enseñado los protagonistas de esos dos libros, todo ello mezclado con la filosofía del absurdo», asegura.

Instalación y vídeo

La exposición se complementa con una instalación artística y un vídeo, que han realizado Esther Sola y Damià Pou. El vídeo muestra a una madre (Bird) y su hijo (Conejo) cuyo objetivo es llegar hasta el mar, después de haber andado todo el trayecto con los pies atados sin apenas poder caminar. «Mi objetivo era humanizar la historia a través de dos personas a las que quiero mucho. Es una metáfora a esa necesidad de huir de una vida que no queremos a pesar de la dificultad. Al final, entre los dos son capaces de quitarse las cuerdas y las máscaras que les oprimen, lo lanzan al mar y se abrazan. Además, la instalación se ha realizado con las cuerdas y las máscaras atadas a una jaula», subraya.