Musiterrània se está convirtiendo en una de las propuestas más atractivas de la agenda cultural de Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Hace casi un cuarto de siglo de su último álbum de estudio, pero el espíritu de Genesis sigue todavía bien vivo. Prueba de ello fue la recepción que el público dio la noche del pasado sábado en Ciutadella al espectáculo de «Volcano.A Genesis Band», una formación menorquina nacida recientemente con la intención de plasmar en directo las canciones de diferentes etapas de ese ya mítico (aún sin disolver oficialmente) grupo británico de rock progresivo. Una banda que desde su nacimiento en 1967 ha tenido formaciones diferentes y etapas con sonidos muy distintos, pero a la que muchos recuerdan por ser un proyecto musical por el que pasaron Phil Collins y Peter Gabriel.

A pesar de tratarse tan solo de su tercera actuación (la primera al aire libre), Volcano suena con una contundente solidez. Una propuesta atractiva que en el caso de su último concierto tuvo un aliciente especial por la ubicación escenario. La formación liderada por Shanti Gordi sonó en la Plaça del Almirante Farragut, junto al Castell de Sant Nicolau, como la tercera propuesta del festival Musiterrània, justo en el ecuador del ciclo musical.

Una cita que tras el espectacular arranque del año pasado parece confirmar su potencial con una receta que combina la actuación de músicos locales en un marco incomparable, mirando al mar. Una acierto el de una programación que mira a todos los públicos. Arrancó con un guiño a los más jóvenes Con Suc i Sopes & God need wasabi; continuó con una de las bandas locales del momento, Pèl de Gall; y el sábado se acercó a un público más adulto (en su mayoría de 40 para arriba). El colofón al programa llegará de la mano de Rudymentari (21 de agosto) y Anna Ferrer (28 de agosto).

Pero volvamos a Genesis. Un concierto que durante algo más de hora y media supuso todo un pildorazo de música rock. Los primeros acordes de «Dance of the volcano» ya encendieron la mecha de un espectáculo que no dio tregua, un tema que fundieron con «Los endos» en un arranque que superó los diez minutos de sonido sin descanso.

Senda continuada con otro clásico de la banda como «Firth of fith», que dio paso a la versión menos experimental de la noche, «No son of mine». «Será el único estribillo que escuchéis esta noche», advirtió el teclista y vocalista Shanti Gordi, acompañado por    David Marquès (batería), Lluís García (bajo), Pere Marí (guitarra), David Rotger (guitarra y Àngel Gelabert (teclados).

Cada uno tuvo su oportunidad de lucirse en un repertorio que continuó    con canciones como «The lamb lies down on Broadway», «In the cage» o «Liliwhite Lylith», entre otras.

En el tramo final buscaron la complicidad del público con «Turn it on again» y la encontraron, y se despidieron por todo lo alto con «I know what I like», que en castellano viene as ser algo así como «sé lo que me gusta». Volcano también lo tienen claro: «Nosotros con este proyecto lo pasamos pipa», reconoció en un par de ocasiones Gordi sobre el escenario.