El ‘Principal’ espera poder retomar los espectáculos con el prestigioso bailarín Joaquín de Luz

TW
4

El Teatre Principal de Maó aprovechará el parón obligado en su programación por culpa del coronavirus para afrontar la modernización de su proyecto. El vacío dejado por los espectáculos proporciona a sus responsables el tiempo y los recursos para abordar algunas tareas pendientes, como la de contar con una infraestructura que permita la digitalización de contenidos. Para tal fin, explicó este viernes la gerente del espacio cultural, Àngela Vallés, está prevista la instalación de un miniset de grabación que permita acercar al público a través de internet diferentes contenidos.

La idea inicial es poder compartir procesos de ensayo y creación, así como las visitas teatralizadas al espacio. Vallés sostiene que se trata de un formato que «no está pensado para sustituir el espectáculo en vivo, pero sí para complementarlo» y que «ha llegado para quedarse». La gerente ve esta nueva vía también como una oportunidad de conectar con un público más joven en un panorama en el que la edad media del espectador continúa envejeciendo.

Noticias relacionadas

A la espera de tener protocolos más definidos para la recuperación de la exhibición de espectáculos, el ‘Principal' prefiere centrarse ahora en las tareas pendientes. «Los teatros públicos nos hemos convertido en un contenedor de espectáculos, y ahora lo que tenemos que hacer es dar cabida a la comunidad creativa», reconoce Vallés. Es por ello que durante los meses de junio y julio, su infraestructura se pondrá a disposición los artistas y compañías locales para que desarrollen sus proyectos creativos.

También en esos dos meses está previsto que la actividad se derive a otras iniciativas «orientadas a la calle y al pequeño formato», a la espera de que a finales de julio se pueda retomar las actividades con público en el interior.

Así, modernización y apoyo a la producción local son las dos líneas clave que se presentaron ayer en una reunión del patronato, encuentro durante el que se aprovechó para aprobar el presupuesto de 2020 adaptado a las nuevas circunstancias. La previsión de la caída de ingresos por falta de actividad y el aumento de los gastos que derivarán de la adaptación a la nuevas normas de seguridad han obligado a redistribuir las partidas de un presupuesto que para este año es de 764.000 euros.