Marta Belaustegui y Marc Clotet, en una de las escenas de la pieza teatral inspirada en un hecho real acaecido en los años 50

Marta Belaustegui y Marc Clotet, en una de las escenas de la pieza teatral inspirada en un hecho real acaecido en los años 50 | Marcos G Punto

Rubén P. Atienza12/11/14 0:00
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Se adivina en los últimos tiempos una nueva tendencia en las artes escénicas. Si el cine tradicionalmente ha recurrido al teatro para reinterpretar sus historias, ahora están empezando a cambiar las tornas. Explican los responsables del montaje teatral «Amantes» que dicha pieza se enmarca dentro de una nueva relación entre ambas artes. La obra, que se representará este sábado, a partir de las 21 horas, en el Teatre Principal es una adaptación de la película del mismo título dirigida por Vicente Aranda y que en 1991 se alzó con dos premios Goya, a la mejor película y mejor director.

Cabe recordar que la historia, escrita por el propio Aranda, en colaboración con Carlos Pérez Merinero y Álvaro del Amo, quien ahora se encarga de la dirección y dramaturgia de la nueva versión, está inspirada en unos trágicos hechos reales que tuvieron lugar en el madrileño barrio de Tetuán de la década de los años 50. En ese entorno, se desarrolla de nuevo la historia de un trío amoroso con la pasión como principal protagonista.


Trío protagonista

En su versión teatral, «Amantes» lleva ya varios meses en cartel por toda la geografía española, aunque la génesis del proyecto se remonta a una antigua iniciativa del reconocido dramaturgo Mario Gas, que después de casi tres años se ha traducido en un proyecto que ha salido adelante con el impulso del Centro Dramático Nacional y la producción de Sandra Toral.

Así, los personajes de la historia original, Trini, Luisa y Paco, encarnados en su día en la gran pantalla por Maribel Verdú, Victoria Abril y Jorge Sanz, vuelven a recobrar vida con un elenco con rostros conocidos, como los de Natalia Sánchez, Marta Belaustegui y Marc Clotet. Los tres son los protagonistas de «una historia que comienza como una comedia de enredo, para adentrarse en la turbiedad del melodrama y culminar en la catarsis liberadora de la propia tragedia», en palabras del director del montaje, Álvaro del Amo.