Imagen de la campana desde lo alto del campanario de Santa Eulàlia, en Alaior. | Gemma Andreu

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Las campanas de la discordia están sonando en Alaior. Su tañido molesta a algunos vecinos, que han decidido recabar firmas para conseguir algo que persiguen desde hace años. Entre sus demandas figura que el instrumento «suene más flojo» al marcar las horas y que se reduzca su horario al periodo comprendido entre las 8 y las 22 horas (ahora lo hacen de 7 a medianoche). Además, piden que a las horas en punto, en vez ocho sean cuatro las campanadas y en las medias tan solo dos.

Explica Jesús Buils, uno de los impulsores de la campaña, que al cabo del día «suenan unos 560 campanazos y los domingos de 7 a 8 de la mañana tocan más de cien veces», algo que a su juicio resulta realmente molesto y afecta a un buen número de ciudadanos. «Estamos hartos», asevera el vecino, quien tiene constancia de que la Policía Local ha hecho al menos una inspección sonométrica y que el resultado superaba los límites permitidos.

En breve se sabrá con cuántos apoyos cuenta su iniciativa. Pero desde la rectoría de la Iglesia de Santa Eulàlia, Pere Oleo no comparte la opinión de Buils y sostiene «que la mayor parte de los vecinos está a favor de que suenen las campanas, e incluso algunos no les importaría que lo hicieran de noche». En cuanto al volumen recuerda que no se trata de un sistema de megafonía, sino de un sistema mecánico por lo que controlarlo «es difícil».

Y entre las dos posiciones enfrentadas se encuentra actualmente el Ayuntamiento de Alaior, a la espera de ver el número de apoyos que recaba la campaña de protesta. El concejal de Gobernación, Arturo Pons, avanza que en función del resultado de la misma, si el volumen de vecinos que se adhieren es considerable el Consistorio jugará un papel como intermediario para que se llegue a un acuerdo.