Las caras de la memoria

Es de Bilbao y residió durante años en Barcelona. Hace tres inviernos que llegó a la Isla donde, señala, ha encontrado su mejor refugio. Su taller-vivienda, en la carretera de Milà, desprende multitud de sensaciones pero de entre todas prevalece la de la libertad de quien construye sin límites. Su obra nace de dentro para ser compartida. Trabaja el marès, lo desnuda y lo descubre a los ojos del espectador. Un proceso que le exige tocar el relieve constantemente y explorar la otra cara de la piedra. El espíritu que esconde en su interior. Líneas sencillas y escasas con las que dibuja su serie "Las Caras de Menorca", colección que estos días (hasta el 7 de julio) expone en la sala del Claustre del Carme de Maó bajo el título de "A-TEMPorals", un juego de palabras entre el "no tiempo" y la tradición oral-histórica de Menorca. "La cultura pasa por la palabra", apunta.

Paisajista de profesión, cuenta esta vasca entre risas cómo tras concluir algunos de sus diseños de jardines se encontraba con las típicas figuras de enanos adornando sus composiciones. "Tenía que hacer algo ¿lo entiendes?", comenta. El "remedio" -por llamarlo de algún modo-, en formato escultura exterior, le abrió un camino hacia la experimentación. De ésta, y gracias al apoyo del Ateneu de Maó (en la persona de su vocal de Bellas Artes, Josep Bagur) surge un proyecto diferente con el que contribuye a la actuación artística en los yacimientos arqueológicos de la Isla. El próximo 20 de julio, el recinto del talaiot de Trepucó acogerá una experiencia única que conjuga arte, música y danza. Las tallas sobre piedra de Menorca de Ahedo se integrarán alrededor del monumento megalítico.
"Es una propuesta nueva en Menorca pero que hace tiempo que ha tenido muy buenos resultados en otras partes del mundo como en Italia".

Una intervención al aire libre en la que también participarán el cantautor Guiem Soldevila, la danza de Geliah y el buen hacer en la proyección de "mappings" en 3D de Luis Daroca e Ismael Martínez al frente de una iluminación que marcará la ruta con leds rojos emplazados en el lugar. "Es mi tributo personal a aquellos moradores de 3.000 años atrás". Los pases en Trepucó están previstos de 22 a 23 horas, de 23 a 24 y de 24 a 01 horas.

Mila Ahedo ve caras, las esculpe y saca a la luz las pátinas de la memoria.