No me interesan los sueños como fenómeno científico ni neuronal, tan solo me interesan como constatación de la percepción de la realidad imaginaria". Dicho esto, se quitó las gafas, se despidió y salió a la calle, mientras escuchaba a sus espaldas los comentarios y algunas risitas de ingratitud de los que le escuchaban. Hacía frío en la calle Lagasca, subió por Padilla hasta el cruce de Velázquez; allí se paró un instante para aspirar el humo del ducados y observó que venía andando un hombre en su dirección, hacia Juan Bravo. Era delgado y alto, llevaba un sombrero anticuado y un abrigo algo raído, pero aseado, tenía el aspecto de haber salido de una foto de un viejo calendario. Atraído como por un imán, no pudo evitar acercarse y caminar a su lado. Tendría más o menos su edad, pero estaba demacrado y en lo profundo de las cuencas de sus ojos se apreciaba una mirada triste y cálida; acomodó su paso al del viandante y juntos se encaminaron hacia la boca del metro. Supo desde ese momento que tendría compañía hasta su casa. Entre ambos no hacían falta las palabras.
Culture Club
El hombre que soñaba
29/08/11 0:00
También en Menorca
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- El famoso actor que los vecinos de Es Canutells han visto en este velero de lujo
- Un niño de 8 años, en estado grave tras ahogarse en la piscina de Es Mercadal
- Cinco heridos leves en un accidente en el polígono de Maó
- La calidad de los hoteles de Menorca se dispara y la oferta de tres estrellas se pierde
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.