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Hace justo una semana Televisión Española emitió un documental que levantó ampollas. La 2 apostó por un proyecto con licencia Creative Commons y, la verdad, no le fue nada mal. Un total de 342.000 espectadores se plantaron en domingo frente al televisor. Y lo hicieron ante un contenido que no era ni fútbol, ni unreality show. Así que tan sólo por semejante proeza ya merece que presten atención a estas líneas...

¡Copiad, Malditos!comienza en Montijo, pueblo extremeño que se ha situado a la cabeza en la lucha contra la SGAE. Como sabrán cualquier rebelión que apunte directamente a la Sociedad General de Autores y Editores sitúa a sus protagonistas en el mapa. Para bien o para mal la propiedad intelectual mece una polémica constante. Polémica que cuando roza el surrealismo no deja de asombrarnos.

Pónganse en situación: Un libanés que regenta una pizzeríatake awayrecibe la siguiente notificación: "La SGAE ha comprobado que en su establecimiento se viene haciendo uso de obras musicales o audiovisuales para la explotación o amenización del mismo". Lo que no sabe la madre protectora y abanderada del autor es que el pizzero lo único que quiere es escuchar en un mini radiocasete (todo sea dicho, instalado en su cocina) la música de su tierra mientras amasa la harina con agua, sal y levadura.

Historias así, con actuaciones tan de chichinabo que producen vergüenza ajena, son las que llevan a muchos a enjuiciar el papel de la SGAE. Ésta es también el punto de partida del documental que dirige Stéphane M. Grueso, un proyecto que pone en duda el canon digital, la polémica Ley Sinde y las demandas de la SGAE, así como valora formas alternativas al copyright.

¡Copiad, Malditos!es una exploración de los retos éticos y morales que la revolución digital ha planteado en torno a la propiedad intelectual. Y es, en sí mismo, un experimento de intentar producirlo con una licenciacopyleft. El trabajo ofrece una visión muy actual sobre los nuevos modelos de negocio surgidos mediante las nuevas tecnologías como herramienta. Un modo de hacer que lidia con un laberinto legal de órdago. Las opiniones de especialistas, creadores culturales, productores, etcétera, no tienen desperdicio.

La cuestión es abrir los ojos hacia una nueva realidad mediática, una realidad que como tal existe, aunque muchos prefieran no quitarse la venda de los ojos.

www.copiadmalditos.net