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Melisa Cabal saborea los aromas de una pintura que degusta un amplio público

Sin comerlo ni beberlo, Melisa Cabal en cuanto se sumerge a investigar en su faceta artística se da cuenta de que su arte gusta y aprovecha el tirón. Fue con el vino... copas medio llenas, botellas que se vacían, uva, corchos, etiquetas famosas, se hizo con un tema de moda por casualidad y triunfó. Era en Vidrart, agosto de 2007, puede que las cuatro catas que se hicieron tuvieran algo que ver en todo ello, "las cosas fueron más rápido de lo que yo podía darme cuenta", comenta aún con cierta perplejidad, "no me había planteado vender, sólo pintaba para tener una ocupación tras el nacimiento de mi hijo Jan". Sigue inmersa en esa ocupación que siempre ha transcurrido por temas paralelos como el de las flores de Alicia, las estaciones en plena natura o la figura, línea a la que se dedica actualmente para tener completa la serie "Le corps" que se expondrá en Retxa el próximo mes de septiembre. La espátula es su aliada en la técnica, el color su potencia y la simplicidad en la composición su esencia.

Nacida en Oviedo, viaja a Menorca, hace diez años, con la intención de trabajar durante una temporada. Se enamora del fotógrafo que es su marido Joan Mercadal, con quien también tiene una segunda hija, Noa, para quedarse atrapada en la Isla y refugiarse en Binicudrell de Baix, de Es Migjorn Gran, donde viven y producen su obra artística. Siendo niña, Melisa se empapó con la pintura en los talleres que su madre, María Isabel Cano, profesora de arte, impartía y a los que ella asistía, "ésta fue mi formación más intensa hasta ahora".

Melisa Cabal es también una persona muy sociable y amante de actividades en las que poder compartir su interés por el arte. Expone en casi todas los espacios de arte de Menorca, así como varios restaurantes, y entre las movidas más importantes vividas destaca la segunda Migjornale, de la que tiró adelante organizando el gran evento en el que casi cuarenta artistas expusieron su obra en otras tantas cuarenta casas del pueblo, "los artistas tienen muy buenas ideas, pero luego hay que ponerlas en práctica" opina.

En estos momentos, además de centrarse en la figura, está estudiando Historia del Arte a distancia y no descarta estudiar Bellas Artes, "cuando sea más mayor, tenga tiempo y no puedan coartarme mi libertad de expresión".