Jimena y Amaral a por el bloqueo en Lugo, el sábado pasado. | RFEVB

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El mundo del deporte no queda exento de la oleada de gripe que azota la Isla y el técnico del Avarca de Menorca, Bep Llorens, bien lo sabe y lo ha padecido en su propio vestuario. El entrenador bermellón respira ya algo más tranquilo después de ver que al fin ha conseguido vaciar por completo– al menos a día de ayer–, su enfermería, después que en materia de gripes y fiebres, haya llegado a perder hasta tres jugadoras en lo que llevamos de 2025.

La última de las componentes del Avarca de Menorca en recuperarse ha sido la central checa llegada hace un mes al Pavelló Municipal de Ciutadella, Verónika Jandová, que se perdió el último partido de la Liga Iberdrola, en Lugo. La que probablemente peor lo ha pasado y más damnificada en la competición ha sido la atacante-receptora mexicana, Grecia Castro, que estuvo hasta diez días sin entrenarse y se perdió la cita europea de Rumanía ante el Alba Blaj y el encuentro liguero ante el CVB Barça.

Finalmente, la central brasileña, Marcela Amaral, fue la que abrió el melón de enfermas en el Avarca, teniendo que quedarse en la cama a comienzos de año y sin poder acudir al All Stars de Guadalajara.