Sufrió mucho el Avarca en el primer set. Hasta que no entró en juego su mejor arma, el bloqueo, el equipo de Llorens fue por detrás en el marcador. 0-3 de inicio, con nervios, juego poco vistoso y demasiados errores por ambas partes. La deficiente recepción del IBSA permitió al Avarca igualar el choque (6-6). Poco acertadas en el remate –solo Brun lo consiguió– el punto de inflexión estuvo en el 9-11. Llorens, enojado, pidió tiempo muerto y el Avarca empezó a funcionar. Dos bloqueos seguidos pusieron por primera vez por delante al Avarca (12-11). Cano acertó en el punto más largo y el Avarca con un 7-0 se fue 16-11, en plena progresión. Logró acortar distancias IBSA bloqueando y defendiendo mejor para entrar en el último tramo con igualdad (22-21). Ahí se sucedieron los puntos de forma alterna hasta que Brun a la contra sentenció el set (27-25).
La presión por el obligado triunfo tal vez no dejó soltar al Avarca todo su potencial. El rival, de nuevo por delante, y Bep Llorens teniendo que arengar y corregir constantemente a sus jugadoras. Jugadas largas y ánimos desde la grada, porque el Avarca sufría e iba por detrás en el marcador (6-8). Llorens no lo veía claro y paró el partido con un inquietante 7-11, que se pudo corregir con coraje, lucha y algo de suerte (13-13). De nuevo el punto de inflexión estuvo en los bloqueos. Dos, más un error en el servicio canario estiraron el partido a favor del Avarca (16-13). Pero el carácter exigente de Camarero llevó a sus jugadoras a pelear cada punto como si de una final se tratara. Los técnicos pararon el partido porque un error a esas alturas (22-21) se pagaba muy caro. Se desaprovechó un set-ball, se salvó uno en contra y Gómez remató (27-25). Segundo set en el bolsillo y todos más tranquilos. Los pequeños detalles decidieron.
Igualdad máxima
Pareció empezar el tercer set con más calma, hasta que el excéntrico Camarero protestó cada punto perdido por su equipo en el Pavelló. Al final, vio la cartulina amarilla ante el delirio de la afición. En el parquet, Dos Santos mantenía a su equipo (8-8). De nuevo, máxima intensidad. Nadie cedía un instante. Ningún balón por perdido y solo algún error o acierto decantaban los puntos. Y otra remontada, con objetivo cumplido. Por lo menos el partido este en cuestión. Ahora espera Extremadura.
2 comentarios
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Enhorabuena
... Un partidazo, algunos puntos laaargos muy bonitos, un rival dando mucho juego, alternancias en el marcador,... Recomendaría al técnico que limara el juego aéreo, pues haciendo esas enormes parábolas, tanto en recepciones o colocando, se dan demasiadas pistas al rival. También deberíamos ser más incisivos en las dejadas, salvo la última que nos dio el partido, la mayoría nos las levantaron, mejor picamos los puntos, haciendo smashadas que no puedan levantar. Pero ahora mismo, a visitar campo contrario y a pasarlo bien, como hasta ahora. Los resultados son secundarios, la diversión ha de primar.