L as reacciones a la victoria no se hicieron esperar y nada más acabar el partido, la alegría se desató sobre la pista entre los miembros del cuerpo técnico y las jugadoras. Abrazos, sonrisas y lágrimas se apoderaron de la plantilla, que no dudó en mantear al entrenador, Chema Rodríguez. Las jugadoras, presas de la felicidad, formaron un corro mientras Janine Sandell recorrió una de las gradas chocando la mano a los aficionados, y la otra, ondeando la bandera de Ciutadella. Su compañera Sabrina Duarte la emuló y, de manos de su pareja, recogió la de su país, Brasil, en la grada antes de volver junto al resto del equipo.
Acto seguido, los dos equipos fueron requeridos por los miembros de la Real Federación Española de Voleibol (RFEVB) para proceder a la entrega de trofeos. Kylie Atherstone recibió el galardón que la acreditaba como MVP de la final de manos de Joana Barceló, silbada por el público, y a continuación, las jugadoras del CAV Murcia 2005 recibieron las medallas de subcampeonas por parte de Marc Pons, que también fue abucheado. A continuación llegó uno de los momentos más esperados, cuando el presidente de la española y la alcaldesa, Pilar Carbonero, hicieron entrega a la capitana, Tico González, del trofeo que las corona como campeonas de la Superliga Femenina. La vuelta a la pista mostrando el entorchado no se hizo esperar y los aficionados, que no se habían movido de sus localidades, correspondieron a las jugadoras al grito de "Ciutadella, Ciutadella" y con el 'We are the champions' de fondo.
Por último, Janine Sandell tomó el micrófono y se dirigió a los aficionados, pasándoselo después a Vita Prychepa, Kylie Atherstone, Diana Sánchez, Chema Rodríguez y Cati Moll, que dieron las gracias a la afición por su apoyo desde el primer día, haciéndolo partícipe del éxito. Todo ello ante la mirada del CAV Murcia 2005, que encajó la derrota con mucha deportividad.
El director deportivo, Bep Llorens, puso la nota de humor para cerrar la celebración, que continuó en la rotonda del cavall y la cena, con un chiste: "esto es uno de Murcia que entra en un bar y dice: ponme una copa de vino. Y el camarero le contesta, será un vaso de vino, porque la copa se la han llevado a Menorca".
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