Gemma Triay, en gesto concentrado durante un partido. | QUATTRO B.S.

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Gemma Triay Pons (Alaior, 1992) emprende en este 2025 un nuevo capítulo en su sobresaliente trayectoria, en virtud de la sociedad deportiva que ha formado con la jugadora argentina Delfi Brea, que tiene por finalidad recuperar la hegemonía en el circuito internacional y el número uno mundial. A continuación, radiografiamos junto con la jugadora menorquina lo que ha deparado 2024, un ejercicio mucho más fértil de lo previsto en cuanto a resultados, en el que ha compartido pista con la madrileña Claudia Fernández, y su percepción de cara a 2025. Voz a la mejor deportista menorquina de todos los tiempos.

¿Qué nota le pone a la temporada 2024?
—Ha sido una temporada muy positiva. A principios de año no esperábamos obtener estos resultados. Quizá terminar en un top 3 era un poco lo que me plantee, y hemos terminado en el top 2 ganando seis torneos. No me pondré un diez de nota, pero creo que un 8,5-9 sí lo merece.

¿Esperaba ganar tantos títulos?
—No, no. Tampoco nos planteamos unos objetivos tan específicos, ni a nivel de ranking ni de ganar torneos, y creo que esa ha sido la clave de que nos haya ido tan bien 2024. No me esperaba ganar tanto, la verdad.

Anuncia su ruptura con Claudia Fernández con el objetivo de luchar el número uno. ¿Lo ve factible con Delfi Brea?
—El número uno es algo que realmente se decide a final de año, por lo que sería un objetivo muy a largo plazo. Pero para alcanzar ese objetivo evidentemente tienes que haber conseguido muchos pequeños objetivos a lo largo del año. Creo que (Delfi) está a un gran nivel, lleva años luchando y logrando títulos con diferentes parejas, tiene experiencia, madurez y creo que está en un momento ideal para luchar por todo. Estoy muy contenta con este nuevo proyecto. Los resultados se verán a largo plazo, pero confío en que las cosas vayan muy bien y de que podamos ponérselo muy difícil a las número uno.

Usted y Delfi apenas llevan unas horas formando equipo, ¿las primeras sensaciones están siendo buenas?
—Sí, muy positivas. No es fácil empezar con una nueva compañera, influyen muchos factores. Y dos jugadoras que juegan bien no necesariamente forman una buena pareja, nadie tiene la varita mágica. Pero las sensaciones de momento son muy positivas. Nos complementamos una con la otra, aunque lógicamente aun nos falta rodaje, y no es lo mismo entrenar que jugar partidos. Pero somos dos jugadoras muy ambiciosas y tenemos claro lo que queremos como equipo. Después veremos si la cosa sale o no, pero si das todo y la cosa no cuaja, al menos tener la conciencia tranquila de que lo has dado todo.

Claudia Fernández entiende que ella sí podía haber luchado por el primer puesto del ranking haciendo equipo con usted. ¿Le sorprendieron esas manifestaciones?
—En ningún momento dije que ella no estuviera preparada. Y también dije en su momento que no soy yo quien debe responder a eso, (Claudia) ya nos sorprendió mucho el año pasado, en su primer año en el circuito. Y creo que puede tener opciones de aspirar a todo, pero insisto, más que yo, a eso debe responder su equipo.

Además de usted, ha habido más cambios de pareja en el circuito. ¿Cree que Paula Josemaría y Ari Sánchez sufrirán para mantener su dominio y que alguna pareja, ustedes u otra, podrá igualar su nivel?
—Creo que será un año súper divertido. Nosotras podemos estar ahí, Claudia (Fernández) y Bea (González) también, creo que Martita (Ortega) y Sofi (Araujo) podrán dar un puntito más, y el año pasado ya jugaron a gran nivel. Pero no solo es el top 4, pues ahí abajo están Andrea Ustero y Alejandra Alonso… será un año divertido, bastante movido y tal vez no tan monótono como el año pasado, en el sentido de que no serán siempre las mismas las que ganan.

¿Cómo ha vivido el primer año en el circuito de Premier Padel?
—Hemos dado un salto. El deporte debe crecer a nivel mundial y así se ha hecho, con un circuito súper duro, extenso, con presencia en muchos lugares del mundo. Este año seguimos evolucionando, creo que el circuito tiene muchas cosas a mejorar, pero en lo que refiere a la calidad y atención a los jugadores está siendo positiva, escuchan nuestras peticiones. En definitiva, se trata de hacer un circuito en el que los jugadores estemos contentos y sea rentable para los promotores.

¿Muchas cosas a mejorar?
—Sí, algunas, pero ya sería raro que después de un primer año de un circuito nuevo no hubiese cosas a mejorar. Pero ha sido un año positivo y aspectos como evitar tantas giras y tener que ir de un lado para otro, se ha mejorado para el calendario de este año; y se han acortado los cuadros de Premier Padel, lo que es un avance, pues dará mayor calidad a los torneos y el promotor tendrá más beneficio. Entre otras mejoras. Y todo eso puede hacerse si detrás hay un circuito para las jugadoras que se quedan fuera o están en la previa, y al respecto el Cupra FIP Tour me parece una cosa espectacular, con hasta tres torneos por semana, es casi como el tenis. Que haya tanta variedad y opciones de torneo hará que haya más jugadoras por todo el mundo, el nivel crecerá y cada jugador deberá pensarse muy bien qué torneos disputa.

El apunte

«Para mí es triste no poder jugar en Menorca»

Gemma Triay admite que dentro del gran salto, en todos los sentidos, que ha experimentado el padel internacional con su plena incursión en el Premier Padel, le apena por contra que Menorca, que tuvo su torneo en tiempos del World Padel Tour, se haya quedado fuera del circuito. «Para mí es triste no poder jugar en Menorca. Ojalá que en adelante podamos volver, o al menos a las Balears y poder disfrutar así mejor del pádel profesional en casa». La Hexagon Cup, a finales de mes, y el torneo de Riad en febrero, son por otra parte sus primeros retos de 2025.