Aguiló, que había sido doble campeón de Balears (con y sin kimono) se acabaría colgando la medalla de bronce española, como único balear en subirse al podio. Arrancó con una rápida victoria por sumisión frente a Valencia y luego perdió a los puntos pero debido a que su rival llegó a la final, optó a la repesca por el bronce. En la primera ronda de repesca ganó en menos de un minuto, también por sumisión, ante Madrid. En la segunda y última lucha por el bronce, el menorquín sufrió contra otro duro y fuerte luchador valenciano, el cual le estaba ganando por puntos. Sin embargo, a falta de dos minutos para que acabara el combate, Aguiló se fabricó una guillotina (estrangulación de cuello) que le sirvió para subirse al podio del Nacional, evento más prestigioso de Grappling en España.
Al día siguiente, se realizó el Nacional de Grappling Gi (con kimono) y Aguiló acusó su falta de fuerzas y físico vaciados el día anterior, ganando por llave de brazo su primera lucha, pero perdiendo por sumisión en ‘semis’ y en la lucha por el bronce.
Aguiló estaba contento, «solo con tal de estar en un evento de este calibre y lograr el bronce me hace más que contento dada la dificultad que conlleva ganarla. Seguiré entrenando duro para colgarme el oro el año que viene», exclamaba.
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