Día a día, hidrogel, toma de temperaturas y mascarilla. Así se encuadra la pretemporada a la que el Hestia Menorca de la LEB Plata de baloncesto y el Avarca de Menorca de la Liga Iberdrola de voleibol dieron este martes por la tarde– el mismo día y a la misma hora– el tan anhelado pistoletazo de salida con un primer entrenamiento de grupo en el Pavelló Menorca y el Pavelló Municipal de Ciutadella, recintos que, cinco años después, abrieron las puertas a los dos conjuntos más representativos de la Isla, junto al Atlètic Villacarlos de la División de Honor juvenil de fútbol y el Pinta B Es Castell de la Liga EBA de basket.
Hestia Menorca
Tras una semana de entrenamientos voluntarios, esta semana arranca la pretemporada oficial en Bintaufa, la de la covid-19. Sin Guebert, aún en EEUU, decía ayer Pagès a «Es Diari» que a pesar de cinco largos meses sin competir, sus discípulos han llegado «bastante bien, todos se han cuidado y han ido trabajando, sin contacto que les ha faltado claro, lo que nos preocupa. Pero sí que han trabajado su físico, de manera individual y guiados por el cuerpo técnico».
Ante una pretemporada más larga que nunca probablemente, todo el equipo está perfecto, a excepción del pívot Orko Otegui, que trabaja a parte del grupo, sin contacto, tres meses después de ser operado. «Hay que ir despacio y lo iremos integrando, que llegue a la jornada 1 en sus mejores condiciones», señalaba el preparador catalán, que en la doble sesión de ayer en Bintaufa notó un ambiente excelente, principalmente entre los nuevos: Menno Dijkstra, Julio de Assis, Víctor Moreno y Bruno Diatta.
Avarca de Menorca
Con la única ausencia de la joven mallorquina, Laura Weingart, que llega mañana a la Isla, ayer zarpó el Avarca de Menorca 2020-21, con cuatro caras nuevas– la propia Weingart, Sara Folgueira, Louise Sansó y Laura Monzón–, y las ilusiones renovadas y quizás más elevados que nunca, tras el mazazo que supuso en Ciutadella, después de ser finalistas de Copa de la Reina, quedarse sin los Play off, por la covid-19. Ayer en el Pavelló, tras visita protocolaria a Biosport Menorca– empresa con la que muy probablemente logren llevar a la Isla la Supercopa–, empezaron los primeros estiramientos y los primeros balonazos. «En general llegan muy bien físicamente, se nota que han trabajado estos meses.
Llorens, que repite con Jacint Genestar en el banquillo, palpa un ambiente «muy próximo, es un equipo cien por cien nacional, exceptuando a Westergaard, con doble nacionalidad y residente en Ciutadella. Ello facilita la integración rápida de las nuevas y creo que ello es positivo», piensa en voz alta el preparador insular. La situación de la covid-19 en la Isla obligará la primera semana al menos al Avarca a trabajar mucho individualmente, después que todas, incluido cuerpo técnico, se hicieran una prueba de PCR. «Lo hacemos por seguridad, ya que me gusta desde el primer día trabajar el juego. Al llevar meses paradas, trabajaremos un poco más físico y técnico individual».
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