La deportista, residente en Menorca, participó en la decimoquinta edición que se celebró en Lanzarote como representante de Balears y compitió frente a las primeras practicantes de cada comunidad. En la final se impuso a la madrileña Cristina Vizcaíno, con la que comparte experiencias en el equipo nacional y compite en dos categorías de peso superiores.
El campeonato se desarrolló sin distribución de pesos y Cristina Ferrer, con sus 55 kilos, combatió con la mayoría de rivales de una carga física superior. La Copa de España se inició con una liguilla entre cuatro combatientes. Los dos primeros se clasificaban para disputar eliminatorias directas hasta alcanzar la final.
Ferrer dejó en el camino a las representantes de Asturias, Castilla y León -por dos veces, en la previa y en la eliminatoria-, Andalucía, Extremadura y la definitiva, Cristina Vizcaíno, de Madrid. La karateca del Spirit Alaior estuvo en un tris de no llegar a la competición, «el avión que debía trasladarnos a Lanzarote tuvo que desviarse y aterrizar en Fuerteventura», aunque finalmente logró enlazar a tiempo y presentarse en la Copa.
El mérito del título obtenido por la balear se incrementa al haberlo alcanzado sin recibir un solo punto en contra en los seis combates, «pese al buen nivel exhibido en la prueba». Ferrer también reconoció no hallarse «en el mejor momento de la temporada».
El próximo objetivo de la ibicenca es participar en el torneo internacional de París, adscrito al circuito europeo «para subir el nivel frente a mejores adversarios».
Ferrer llegó a Lanzarote tras imponerse campeonato internacional Ciutat de Barcelona, y dos fines de semana atrás peleó en Austria en una prueba puntuable para la Premier League, en la que cayó en la tercera ronda.
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