Dani Coll enseñó a los alumnos parte del material que utiliza en sus carreras de ultrarresistencia - Gemma Andreu

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"Al final, todo se resume en la ilusión que le pones". Este es el mensaje que se destila cuando el atleta Dani Coll concluye su charla para un grupo de 43 chavales que aún con cara de asombro no dejan de aplaudir.

El ganador de la Trail Camí de Cavalls de 185 kilómetros fue invitado por la profesora de educación física del CP Doctor Comas, Clara Sintes, para que explicara su experiencia a los dos grupos de Julià Hernández y Sebastià Ameller.

"Este trimestre hemos trabajado el atletismo y creo que era una forma muy interesante de cerrar el temario", opina la educadora, que coordinó una clase diferente.

El mensaje del deportista fue claro. "La actitud y la mentalidad que se pone en una disciplina tan exigente como la larga distancia se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida", explica el alaiorense, habitual en las maratones, en los triatlones y en las competiciones de este tipo. Los alumnos, en la dulce infancia de los 11 años, escuchan atentos y con la boca abierta.

"Los pilares básicos son los aspectos físicos como la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad, los mentales, ya que hay que ser capaz de vencer a las dudas, y los puntos técnicos como son el material". Dani, exalumno de Ameller e inquilino hace unos veinte años de la misma aula que ahora le escucha, explica la lección como el alumno más aventajado. Mientras, comparte con los niños y niñas su ropa especial para correr, la mochila técnica así como los zapatos, y cuenta sus peculiaridades.

Uno de los aspectos que más llama la atención es el planning de entrenos diarios. Coll tiene programado hora por hora su entrenamiento, "intento cumplirlo y dormir, como mínimo siete horas diarias". "Eso es muy poco", se queja uno de los muchachos de la segunda fila, "a medida que te vayas haciendo mayor tu cuerpo necesitará dormir cada vez menos horas", replica con un tono divertido.

En la lección, el alaiorense compara las aproximadamente ocho horas semanales que entrenaba cuando jugaba al fútbol hace algo más de dos años con las 15 que hace ahora. Con el furor que rodea al running hoy en día queda claro que entre el público podría colarse algún adulto y disfrutaría escuchando al ganador de los 185 kilómetros.

"Mi vida no se entiende sin deporte, lo considero algo muy importante porque es capaz de romper muchas barreras sociales, en un campo de fútbol o en una carrera nadie es rico, pobre o de una religión, somos personas disfrutando", asegura. "A nosotros nos gusta tener presente un lema que dijo una vez Guardiola –exjugador y entrenador del Barça-: 'Puedo perdonar que falléis pero no perdonaré que no os esforcéis al máximo'", revela el profesor Julià mientras los chavales asienten orgullosos.

Dani Coll logra mantener la atención de los pequeños y de los no tan pequeños con intercalando diapositivas con videos motivacionales. "Hay que tener un objetivo, ser constante, sacrificarte, ser paciente y perseverante, tener presente el fracaso, que no significa perder una carrera o suspender un examen, sino ser consciente de que no se ha estudiado lo suficiente, saber esforzarse y triunfar", concreta.

El también triatleta concluye su ponencia recomendando que ante cualquier examen, como en la vida, "os marquéis un objetivo, trabajéis por ello poniendo todo el esfuerzo, que lo consigáis y entonces disfrutéis de ello".

En el turno de preguntas la vergüenza se rompe con facilidad. "¿Cuántas horas duermes?, "¿Cuánta agua bebes?, ¿Te pones nervioso? o "¿Qué comes durante una carrera", son algunas de las curiosidades que desean saciar los pequeños.

Un largo aplauso y un obsequio que los chavales le regalan a Dani cierran una clase de aquellas en la que el aburrimiento no tiene cabida. En la que durante un rato se han imaginado a sí mismos corriendo en la Ultra Trail de Montblanc entre Italia, Suiza y Francia, en la de la Serra de Tramontana, en Mallorca, o en la Trail Camí de Cavalls, dando a la vuelta a Menorca. Como imaginó Dani alguna vez. Quien sabe si dentro de 20 años serán ellos los que den la clase. Todo, en fin, se resume a la ilusión que le pongan.