Kilómetros marcados. La organización marcó ayer con spray las diferentes marcas de referencia en el circuito de la carrera a pie - víctor truyol

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Las alarmas saltaron hace tres días en Fornells con la aparición de un número considerable de medusas que, afortunadamente, se ha visto reducido. La organización de la cuarta edición de la Extreme Man que tendrá lugar el domingo confirmó que a primera vista el número de estos molestos animales menguó entre el miércoles y ayer, y está convencida de que no pondrán en peligro la realización del primer tramo de la competición. En cualquier caso, el uso del traje de neopreno será opcional, por lo que "se minimiza, si aparece, el inconveniente", apunta Guillem Bosch.

"Hemos paseado con barca los últimos días por la zona donde se disputarán los 1.900 metros de natación y no hemos visto medusas", advirtió ayer Bosch, que se encontraba ayer en Fornells empezando a montar la logística que acompañará a la prueba como el boxes que acogerá cerca de 700 bicicletas o las carpas de control de tiempo.

El reglamento de la Federación Internacional de triathlón contempla que si el agua está entre 16 y 21 grados, el uso de traje de neopreno es obligatorio, mientras que si es de 21 a 23 grados, es opcional. La previsión de Bosch es que el agua esté a 23 por lo que en caso de que aparecieran las medusas el uso de traje rebajaría considerablemente las molestias que pudieran ocasionar. "El 'plan B' sería anular la parte de natación pero así como está el mar, no lo contemplamos", concluye. Uno de los participantes por equipos, Martí Riera, entrenó en la zona de la competición ayer por la mañana y aseguró no haber visto ningún 'bòrn'.

284 voluntarios

Mito Bosch se muestra "sorprendido y muy agradecido por la muestra de apoyo que ha tenido la prueba, que contará con 284 voluntarios, es increíble". El gerente de Elitechip.net y uno de los organizadores del evento asume que "trabajarán para que todos los deportistas puedan disfrutar y sin ellos esto difícilmente sería posible".