Un nuevo mundo aguarda a Frank Estrada González, mahonés de 17 años que un día no muy lejano decidió que bracear sin fin en la piscina iba ser su estilo de vida para ganarle centésimas al crono y eliminar rivales.
El joven nadador, recientemente proclamado campeón de España junior en los 100 y los 200 metros estilos, ha recibido una beca para integrarse en la prestigiosa Residencia Joaquín Blume, de Madrid, Centro de Alto Rendimiento para deportistas de élite, presto a hacer realidad sus sueños, "a corto plazo participar en competiciones internacionales y más adelante, pelear, por ejemplo, por estar en los próximos juegos olímpicos de Río de Janeiro", explica Frank.
Desparpajo, cualidades y una educación exquisita no le faltan al precoz pero laureado nadador después de haber estado dos años en el Centro de Tecnificación de la EBE, en Palma de Mallorca. "Decidí un día que quería seguir progresando porque en mi club -CN Maó- los de mi edad lo iban dejando o se marchaban, como Juan José García, y por eso busqué la forma de salir de la Isla e ir a Palma, y estoy contento por lo que he hecho en este tiempo". No le falta razón si cotejamos su palmarés: dos campeonatos de España (200 estilos), un subcampeonato (400 estilos) y un bronce (100 braza) en la categoría infantil, y cinco títulos nacionales (400, 200 -3- estilos y 100 braza), cuatro subcampeonatos (200 braza) y un bronce (200 estilos), en la categoría junior.
Frank recuerda que fue su padre, instructor del polideportivo de Maó, quien le introdujo en la natación, pero cuando quiso dar un salto más y marcharse a Palma "no lo hice con un objetivo concreto, no sabía muy bien qué quería hacer, solo entrenar y mejorar marcas, y la verdad es que tuve suerte con el entrenador que he tenido, Rafa Huete, porque me ha ayudado mucho.
Prácticamente seis horas de entreno diarias, compaginándola con los estudios, parece una singladura complicada para un joven de 15 años, la edad que tenía cuando se marchó. "Lo más duro es la continuidad mental porque al esfuerzo físico te acostumbras pero es la cabeza la que debe funcionar bien para aguantarlo todo. Otros deportistas tienen una temporada más corta, pero la natación es todo el año. Hay que asumirlo y saber para qué estás donde estás, y esto es lo que yo quiero hacer, mis padres lo han entendido y me han apoyado, por eso me siento contento ante la nueva etapa".
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