El ambicioso proyecto de un grupo de empresarios de construir cuatro pistas de pádel cubiertas en los terrenos que rodean el pabellón Padre Petrus-Sínia Costabella arrancará, salvo contratiempo de última hora, dentro de la primera quincena del mes de enero del próximo año. Las obras, en principio, no se deberían prolongar más de tres meses, según espera el presidente del club rojillo, Paco Franco.
"Todavía no se han decidido las tarifas, ni los aspectos meramente prácticos de la nueva instalación pero sí que sabemos que los socios del CD Alcázar obtendrán beneficios a la hora de alquilar las pistas", explica Franco. El proyecto se ha retrasado por motivos burocráticos que han ralentizado la obtención de las licencias pertinentes y, una vez solucionado el papeleo, con el nuevo año arrancarán las obras que "nos han dicho que durarán entre dos y tres meses aunque en ningún momento deben entorpecer la función diaria y el correcto desarrollo de los entrenamientos de nuestro club".
La nueva oferta deportiva estará bajo el nombre de CD Alcázar P de Pádel ha obligado al club a solicitar una serie de papeleo que le acredite como club deportivo, más allá del de baloncesto, una documentación que la entidad mahonesa espera recibir en los próximos días.
Un cambio minúsculo
El único cambio que motivará la construcción de las pistas de pádel es que las dos canchas exteriores de baloncesto que tiene el Alcázar para calentar deberán cambiar de orientación, quedando paralelas a la calle cuando hasta ahora estaban construidas de forma perpendicular a la calle Albert Camus.
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