La Escuela de Adultos del CT Mahón, que celebra su 20º aniversario, siempre se ha basado en el principio de "diversión antes que competición". Así lo afirma su director y monitor, Kiko Llopis, quien lleva todos estos años frente al proyecto.
"Empecé dando clases a los niños con 17 años y me gustó tanto que decidí ir más allá. Presenté un proyecto al presidente de entonces para dar clases a adultos en grupo, algo diferente a la típica clase particular. Salió adelante y el club fue pionero en el año 1992", explica Llopis.
Así fue como se fundó la escuela social, que tenía como objetivo enseñar nociones de tenis a cualquier persona, hacer ejercicio y divertirse, sin tener por qué ser socio.. "Nuestra idea es potenciar el tenis dentro y fuera de la escuela. No es sólo ejercicio, es conocer gente, divertirse, les oriento según su situación, con una clase de prueba para ver en qué grupo encajan".
Este año se pone en marcha torneos y ránkings. "Es un reto porque el tenis está en receso. Intento que el jugador descubra su forma de ser, el control, la confianza... Son aspectos muy diferentes a la técnica o la fuerza ... Al final todo llega. Aunque enseñes golpes y teoría, una clase en esta escuela no es para aprender a competir, si no para divertirse", comenta el satisfecho director, que este curso cuenta con un buen número de jugadores.
Llopis sufrió una lesión importante hace dos años, por lo que buscó un monitor suplente. Actualmente son dos quienes se ocupan de los 90 alumnos con los que cuentan. "La recuperación fue dura y agradezco a los doctores que me operaron, a mi mujer por toda su ayuda, y a los presidentes y directivos que a lo largo de estos veinte años han depositado su confianza en mí. También a mis alumnos y amigos. Debo decir que nunca he pensado en cambiar de club, a pesar de tener otras ofertas", apunta.
Éste es, sin duda, un llamamiento para potenciar el juego del tenis, un deporte que tan buenos resultados ha tenido en Menorca. En el Club Tenis Mahón, en concreto, además de clases para todas las edades, también hay escuela de pádel para niños y adultos. "Yo lo tengo claro. Una clase de tenis es más barata que un cubata y, encima, haces deporte. No hay excusa para no probarlo", concluye el director.
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