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Viento en popa, a toda vela. El Valeriano Allés logró ayer el 2-0 en la semifinal del play off por la Superliga con un partido efectivo, más plácido que el del sábado, y donde únicamente encontró oposición en momentos puntuales. La calma y el apoyo del público, que brindó una asistencia sensiblemente mejor a la del sábado, animó a las locales para deshacerse del UCAM Murcia. Una superioridad clara en la red y los 16 puntos de Ana Correa dejan a las valerianas a una victoria de la final.

El margen de error en el play off es totalmente distinto al de la fase regular. Un mal remate, una mala recepción o una duda pueden costarte el trabajo de toda la temporada. Valeriano Allés y UCAM Murcia lo saben y por eso el primer set arrancó igual que el primero del sábado. Intercambio de puntos largos, sin apurar ni arriesgar y con el primer tiempo técnico cayendo del lado local (8-7). Las de Chema Rodríguez tiraron de experiencia para apaciguar los nervios, mientras el UCAM acusaba imprecisiones en recepción que daban las primeras ventajas para las locales.

El primer juego quedó listo cuando las murcianas se atascaron en los 12 puntos y las bermellonas, ayer de blanco, endosaron cinco tantos seguidos (18-12), el primero de ellos un sensacional remate de Sandell que rugió imponente en la red desafiando a sus adversarias, en una sangría que Pascual Saurín intentó cortar con un tiempo muerto. Fue estéril. Las centrales, Ana Correa y Magda Kralikova, cumplían con su cometido en la red, sesgando de golpe cualquier intento de la visitante Conrado por bajar el balón al suelo. Sólo las ciutadellenques concedieron dos puntos más antes de que el excelente bloqueo sumara hasta llegar al 25-15.

La maquinaria bermellona, engrasada a la perfección, no precisaba de demasiados ajustes y en el cambio de campo pareció que Rodríguez espoleaba a sus chicas con un "hay que seguir así" apuntando a cerrar el partido cuanto antes y sin dejar de aprovechar los errores y las concesiones visitantes. El descanso sirvió también para que los chicos y las chicas de la Escola de Patinatge de la UD Mahón de Mary Mier deleitaran a las casi 500 personas que poblaron las gradas.

Un inicio arrollador del Valeriano Allés, con cuatro puntos seguidos de saque de Ana Correa, encaminó el segundo parcial (6-2) antes de que el partido se detuviera con el 8-4. La facilidad del segundo juego se truncó cuando las locales dejaron de recibir cómodas. Un evidente bajón en su recepción y algunos fallos de comunicación dieron aire al Murcia (9-8).

No se desestabilizó el equipo de Rodríguez, que mantuvo la calma y desde el orden volvió a tomar ventaja (14-11 y 16-13) aunque las sensaciones no eran las mismas que al inicio del duelo. Parecía como si las locales se hubieran empapado del juego dubitativo del Murcia. Ese momento gris se disipó con el tiempo técnico. Las locales recuperaron la sonrisa y la regularidad para hacerse con el segundo juego, a pesar de que Pascual Saurín intentó cambiar la dinámica en dos ocasiones con sendos tiempos muertos (con el 18-13 y con el 22-16). El segundo fructificó, bajaron las locales su intensidad y aunque una falta por doble toque de Hopf dejó el set en bandeja, el Murcia fue capaz de levantar cuatro balones de juego antes de que se impusiera la lógica (25-21) entre el murmullo del público que, por un momento, vio peligrar el parcial.

El Valeriano Allés se había aprovechado de la superioridad de Sabrina Duarte en la red y de la cómoda recepción que dejaba el balón limpio a Yoraxi para que repartiera el juego. No varió el argumento en el inicio del epílogo. Las locales siguieron comandando aunque el Murcia enseñó los dientes. Hasta en dos ocasiones se puso por delante (4-5 y 6-7) pero no se alteró la rutina.

En los banquillos, la historia era distinta. Chema Rodríguez y Bep Llorens mantenían un semblante tranquilo, supervisando que el guión se cumpliera punto por punto. A seis metros, Pascual Saurín observaba sentado y sin saber qué hacer ni como frenar el vendaval bermellón.

En realidad, el Valeriano Allés se atascó por si solo. Repitió los momentos de duda (17-14 que obligaron a Chema a parar el partido). Entonces espoleó el público y se levantó el equipo que se marchó cómodamente al 25-18.