A Curro Segura y a su familia le tira Menorca, le apasiona la Isla, este rincón del mediterráneo donde triunfó como técnico y consolidó su posición en el selecto elenco de entrenadores que batallan entre la ACB y la LEB. Cinco años en el Menorca Bàsquet, el primer e histórico ascenso a la primera Liga... en su mente y en la de la afición insular, una retahíla inolvidable de buenos recuerdos que derrotan a los menos buenos.
Una casa en Es Castell, su primer hijo, Currito, menorquín –hace tres años nació Mar, su segunda hija–y un gran grupo de amigos son motivos más que suficientes para que el hoy entrenador del Granada, más allá del futuro incierto de la entidad andaluza, acuda cada verano, fiel a su cita con la Isla.
Es necesario descansar después de una campaña dura...
Para mí no ha sido tan larga porque me incorporé al Granada en enero y ya había cargado pilas antes, pero siempre es un placer volver a Menorca. Cada verano venimos. Tenemos muchos amigos, una casa, y a Currito, que nació en la Isla.
¿Y mientras, sigue trabajando desde aquí para confeccionar al equipo la próxima temporada?
No, no estamos haciendo nada porque hay una gran incertidumbre en el club y en la Liga. Desde el 14 de marzo el Granada está en concurso de acreedores y lo único que nos han dicho es que parece que sí habrá equipo pero no saben si el proyecto será deportivo para tratar de volver a ACB o económico para sanear al club y estar varios años en la LEB. No sabemos ni nos han dicho nada.
Menorca y Granada, vidas paralelas, entonces. ¿También les deben muchas nóminas?
El Granada entró en el concurso de acreedores el 14 de marzo, y a partir de ahí hemos cobrado todos los meses; en mi caso me deben el mes y medio anterior. La mayoría de clubes tienen problemas, no sólo nosotros o el Menorca.
Usted que ha estado ya en muchos clubes y que conoce la LEB y la ACB, además de la manida crisis, ¿por qué cree que se ha llegado a esta situación?
No conozco todos los casos, pero en mayor medida creo que es porque se ha invertido por encima de las posibilidades. En Granada, por ejemplo, quizás se contaba con el apoyo del Ayuntamiento que al final no llegó y encima acabas gastando más de lo que tienes presupuestado. En general ha habido poca previsión.
(...)
En Menorca cuando yo llegué en 2002 se pagaba todo al día y si teníamos 5 gastábamos 4 por lo que pudiera pasar, pero ahora pasa que los clubes si tienen 5 gastan 7. Eso unido a que hay menos sponsors y que empresas que antes apoyaban ahora no lo hacen o no pueden hacerlo.
Pese a lo sucedido en Granada con la marcha de jugadores claves durante la temporada, a punto estuvieron de llegar al final con opciones, ¿no?
Sí, hicimos un esfuerzo grande, sobre todo de recuperación anímica. Ganamos en Valladolid donde nadie creía y eso nos dio una opción de meternos en la lucha pero no pudimos con el Alicante en casa. Ellos tenían menos presión y a nosotros nos pudo el ansia de llevar tantos partidos ahí abajo.
Explique la reacción de la afición granadina tras consumarse el descenso porque fue sorprendente. Los jugadores llorando en la pista y la afición aplaudiéndoles y coreándoles durante muchos minutos...
Fue espectacular, para poner el vello de punta, muy emotivo. Después de 7 años en ACB la afición vio que se acababa pero que todos nos habíamos dejado el 120% en la pista pero ni aún así fuimos mejores que Alicante o Manresa, y nos lo acabó premiando de una forma muy emotiva.
El Menorca también descendió, ¿sigue al equipo?
Sí, claro. Sé que están en una situación dura y que han pasado un año muy difícil. Y me da pena por la gente que está implicada como Benito, Eugenio Hernández, Santi Obrador... que siguen desde mi época. Ha sido una temporada dura, tocan vacas flacas. Por lo que me han dicho llevan mucho arrastrado de temporadas anteriores. Hubo gestiones que dieron un mal resultado
¿Y ahora qué?
Pues a rehacerse e ilusionar otra vez a la gente. Yo se lo dije a la directiva del Granada. Si hay que ser un club de LEB lo seremos y hay que darle naturalidad a esta situación. La ACB parece haber llegado a un tope que es muy difícil de soportar para ciudades pequeñas.
¿La próxima temporada le veremos por aquí con el Granada?
Imagino que sí, eso es lo que espero por la continuidad de los dos clubes porque eso querrá decir que no hay disolución.
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