La primera jornada del juicio entre Marcela Ré y el CV Ciutadella se cerró, como era de prever, sin que las dos partes llegaran a ningún acuerdo. La ex jugadora del Valeriano Allés reclama 34.000 euros en concepto del incumplimiento de contrato y por daños y perjuicios, mientras que el club se ampara en que la central les engañó al reconocer que estaba totalmente recuperada de la lesión que se produjo al final de la pasada temporada lo que motivó su renovación por el club, cuando a su llegada en verano el Ciutadella comprobó que no era así.
La mañana arrancó a las 9 horas con una primera reunión entre Ré y Caty Moll, presidenta del Club, y sus respectivos abogados, José Seguí y José Lluch, que a las 10 se daba por finalizada sin que se hubiera llegado a ningún acuerdo.
Tras el fallido intento, ambas partes comparecieron ante el juez del juzgado social de Ciutadella que tras escuchar a los testigos presentados tanto por la defensa como por la acusación, optó por reclamar los vídeos de los primeros partidos de pretemporada para ver si Ré se ejercitaba en perfectas condiciones y por animar a los implicados a llegar a un acuerdo antes de la nueva vista oral.
Lluch argumentó, en nombre del club, que la jugadora había incumplido la cláusula 7 del contrato, que obligaba a la argentina a presentarse el 16 de agosto en "perfectas condiciones físicas". El letrado aseguró que desde el primer día se había incumplido el acuerdo ya que la central llegó sin terminar de estar recuperada, lo que justifica el despido como procedente.
Otro pilar sobre el que basó su discurso Lluch fueron los informes de los doctores Massanet y Salom, que corroboraron que la jugadora no estaba en plenas condiciones para realizar la actividad.
Por su parte, José Seguí, pidió al juez que el club abone "dos mensualidades por cada año trabajado", es decir los cinco años que Marcela ha estado en Ciutadella, a pesar de que "en la primera temporada Ré jugó en FEV y no figuraba de alta en la Seguridad Social". Ante el hecho de que la central no ha cotizado lo correspondiente a su sueldo, pide más indemnización el abogado, que matizó que en la carta de despido del club en ningún momento se habla de engaño.
También tomaron parte en la vista oral, como testigos, Sofía Moll, fisioterapeuta del club, Bep Llorens, director deportivo y segundo entrenador, Chema Rodríguez, técnico del Valeriano Allés, así como la doctora María Bonafont, en calidad de testigo de Marcela Ré.
Llorens, "defraudado"
Moll reconoció haber dado consejos a la jugadora sobre su recuperación con motivo de su amistad aunque admitió no haber seguido su evolución, mientras que Llorens asumió su fallo al haber renovado a la jugadora en función de lo que ella le dijo. "Me fié de su palabra, si llego a saber que no está al cien por cien, no la hubiese renovado", dijo y admitió sentirse "defraudado" por quien consideraba "una gran amiga".
Por su parte, Bonafont admitió que Ré siguió "todas las pautas de recuperación del Doctor Massanet" tras la operación en la que ella misma estuvo presente y aseguró "no entender por qué no cuentan con ella este año ya que las inflamaciones de su rodilla no le impedían realizar su labor profesional".
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