La segunda victoria del Menorca Bàsquet en la temporada de su retorno a la ACB está al alcance. Visita este mediodía el 'goteroso' Pavelló Menorca el Lagun Aro Guipúzcoa Basket, un rival del segmento bajo de la clasificación que es, por tanto, otro enemigo en la pugna por la permanencia aunque los donostiarras cuentan con un presupuesto superior y han construido el mejor plantel desde que están en la ACB.
Visto el plausible rendimiento menorquinista hasta el momento, el corazón que ha paseado el equipo en sus dos primeras apariciones, encarar el partido de hoy con la conciencia asumida de que la victoria debe quedarse en la Isla, es una cuestión obvia. En un campeonato tan selectivo como éste, todos saben lo fundamental que resulta sacar los partidos adelante cuando se juega como local, especialmente aquellos en que el contrincante es un rival que parte, a priori, con la misma meta: la permanencia. Esta premisa, no obstante, no deja de ser un arma de doble filo porque en la misma tesitura se halla el Lagun Aro de Pablo Laso y David Doblas que llegan a Menorca, convencidos de que ésta es una de las canchas en las que sí pueden tener opciones de conseguir un triunfo a domicilio por muy grande que sea la presión ambiental que ejerza la grada en su contra. Además, si su punto de mira está puesto un poco más allá de la salvación, considerarán éste un escenario para asaltarlo. La pugna, por tanto, está servida.
Para cualquiera de los dos equipos, especialmente para el Menorca porque juega en casa, plantarse con dos triunfos en la tercera jornada de la Liga, supondría ya, a las primeras de cambio, haber recorrido un buen trecho de su carrera hacia la conservación de la categoría, y además, confirmar el mejor comienzo del campeonato en sus cinco campañas en la Liga ACB.
Se presenta una batalla equilibrada entre el grupo de Paco Olmos, que basa su fortaleza en el esfuerzo y la unión del grupo para armar una defensa que ahogue al rival y permita correr, eso sí, siempre que consiga reducir su número de pérdidas. Tras el primer triunfo ante el Valladolid, en el que los secundarios se apropiaron de todo el protagonismo, se trata ahora, de equilibrar esta aportación con la de las principales referencias del plantel, Radenovic, Limonad y Donaldson, ya que Victor y Ciorciari han ofrecido un rendimiento más regular en los dos compromisos disputados. Saliendo desde el banco, la afición aguarda otro paso adelante a cargo de un Caio Torres muy motivado en este arranque liguero, y que Micki Servera ofrezca buenos minutos para dar descanso a Ciorciari. Los necesitará por el dinamismo en el juego que imprime el vasco Ricardo Uriz y su compañero, el ex de Bilbao, Javi Salgado, que siempre juega buenos partidos cuando acude a Menorca.
La estadística juega a favor del equipo de Paco Olmos puesto que en las dos temporadas anteriores en las que donostiarras y menorquinistas han coincidido en esta Liga, el triunfo siempre ha sonreído a los isleños. Incluso una de las victorias en San Sebastián supuso el descenso matemático del Lagun Aro a la LEB hace tres temporadas. Se trata de alimentar esa estadística con un triunfo más.
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